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La Tempestad es la última obra de Shakespeare donde nos traspasa al teatro un famoso naufragio de 1609, pero ciertamente, no fue mi favorito de William Shakespeare. Nos platica de los planes de Prospero en un navío con el Duque de Milán y su hija Miranda para restaurar el lugar que le "corresponde" a su familia. En cierto modo, es interesante la obra porque Shakespeare nos logra retratar el poder de la naturaleza y lo pone en contraste con las acciones humanas (de ahí que las acciones de Prospero se reflejan con su entorno), pero toda la trama que gira al rededor del protagonista y su hija, llega a un punto en que se hace confuso, y no es hasta el final, que llegué a comprender lo que estaba pasando. Tampoco encontré pasajes que realmente me cautivaran como lo hizo Hamlet, Macbeth, Otelo (del que pronto les hablaré sobre él) o Romeo y Julieta. Por otro lado, la obra contiene un discurso (al igual que Macbeth) donde nos invita a reflexionar sobre la ambición del hombre aunque en ésta se hace a la par de los recursos naturales. Lo que pienso, es que me dejó un sabor agridulce y una opinión a medias de la obra, por lo que pienso que necesito volver a leerla en un futuro donde considere que mis lecturas han madurado un poco más. (Es que pienso que de leerlo en otro momento, quizás lo disfrute más). De ahí, mi opinión tan corta, y espero que en futuro, pueda enriquecerla más... |
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