La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey

Hay días en que me apetece una lectura sencilla, alegre y bonita, para un reto necesitaba una novela epistolar, y como amé la película, decidí leer este hermoso libro.

La protagonista es Juliet, una mujer escritora que está en busca de un tema para su segundo libro, su primer libro, el compendio de relatos que escribió durante la Segunda Guerra mundial la han catapultado a la fama, pero desea, junto con su jefe y hermano adoptivo Sidney, escribir un libro distinto, pero memorable. Un día recibe una carta desde Guernsey, una dependencia de la colonia Británica ubicada en el canal de la Mancha y una de las tantas bahías que se vió maltratada por la ocupación Alemana. Dawsey, el autor de la carta, le indica que encontró un libro que le pertenecía de un poeta llamado William Blake, que buscó su dirección y no pudo evitar escribirle para solicitarle el favor de conseguir otros ejemplares pues era su autor favorito y uno de los que había conocido en su particular Sociedad literaria del pastel de piel de patata, club, que como le cuenta, surgió durante la ocupación por error, cuando Elizabeth, una de las fundadoras, lo usó como coartada para evitar ser asesinados o arrestados por violar el toque de queda. A partir de ahí empiezan cartas desde Londres a Guernsey, provocando que Juliet emprenda un viajando a esa bahía, hacia sí misma y hacia el amor.

Es una novela hermosa sin grandes argumentos, pero con personajes curiosos, graciosos, humildes y buenos, es un libro donde la única maldad evidente son los vestigios de la guerra, pero la supervivencia y la esperanza logra matizarlas con belleza. Es un libro sobre emociones humanas, necesarias y grandiosas, el amor, la amistad y la lealtad y también una historia, que para los que son amantes de los libros como yo, no puede pasar inadvertida, porque cada protagonista fue salvado por un libro y por un escritor saciando su hambre espiritual cuando el hambre física amenazaba su existencia, todos fueron salvados a través de uno de los atributos de la lectura, pues está, como dice Juliet es la única que nos impide enloquecer.
En mi corazón solo puedo darle una calificación de 4/5.