Navidad ¿y algo más?

Uno de sus besos es lo que necesito para seguir respirando. Porque no hay día sin sus labios. Porque no hay navidad sin sus besos.

—No sé quién eres, no sé siquiera a qué te dedicas, pero me pasa algo extraño contigo —murmura apretándome más a su cuerpo—. A lo mejor incluso tienes alguien esperándote fuera y no me importa… nada me importa ahora mismo.
No sé qué decir, me he quedado completamente bloqueada al escuchar sus palabras y lo peor de todo, es que yo siento exactamente lo mismo. Puede que sea un gran desconocido, pero lo que hemos hecho estas horas, mano a mano, ayudándonos y ayudando a los que lo necesitaban, ha sido uno de los mejores momentos que he pasado en toda mi vida. Omitiendo en frío y el encierro, claro.