Diez Mujeres = Ten Women

Con este libro he conocido a la autora Marcela Serrano, a la cual no conocía, y pensé que me costaría leerlo, porque al ser latinoamericana no entendería quizás algo, pero buscando alguna palabra he conseguido adentrarme en esta historia de valentía.

En esta historia nos encontramos con Francisca, Mané, Juana, Simona, Leyla, Luisa, Guadalupe, Andrea y Ana Rosa son nueve mujeres que tienen algo en común, ser atendidas por Natasha, una psicóloga rusa que las ha reunido a todas en su casa para que cuenten sus historias, para así poder darse cuenta de que no están solas, y puedan dejar atrás el pasado y vivir el presente.

Iremos conociendo a las chicas individualmente, puesto que cada capitulo esta narrado por una historia de cada una, así podremos ir conociendo a estas 10 mujeres de una forma mas personal y autodidacta. Las historias te hacen sumergirte en ellas, y sentir esa pena que sienten, o los miedos que tienen, y así ibas conociendo a estas diez mujeres que se dejaban la piel explicando como se sentían, con la idea de que puedan superar su situación entre ellas, y saber que no están solas.

No se puede decir mucho, porque es algo que tenéis que leer sí o sí, puesto que si no aquí empiezo a soltar spoilers y no es el plan. Las diez mujeres son distintas, pero tiene miedos que las hacen tan iguales, que eso les hace mas fuertes.

Los personajes están muy bien descritos, son personas reales, pero en una historia de papel, algo que me ha hecho quererlas, y odiar por lo que están pasando, o pasaron.

Francisca es una mujer de media clase con un trabajo normal y una familia como cualquiera, pero su relación con su madre le hace estar descontrolada.
Mané es una ex-actriz que no supera haber fracasado y no quiere olvidar esa etapa.
Juana es una madre soltera que tiene que cuidar de su propia madre por que esta enferma y no puede mas.
Simona es una mujer que tiene depresión por la relación que tiene con su marido.
Layla es una periodista en busca de su pasado, pero que es alcohólica.
Luisa es trabajadora de el campo y tiene que luchar por mantenerse desde que su marido desapareció.
Guadalupe es una mujer lesbiana, pero que se autodestruye a sí misma.
Andrea es una mujer que siempre está enfadada con todo lo que pasa en el mundo y con ella.
Ana rosa es una mujer que tiene un pasado doloroso que le puede mucho en su presente.
Natasha es la psicóloga que las reúne para que sepan que no están solas y puedan escucharse.

Todas las historias son merecidas de escuchar, me he sentido parte de esa terapia, como si las estuviera escuchando, como si el corazón de cada una de ellas fuera sanando a la vez que hablaban de ellas. Desde luego pienso leer mas de Marcela, creo que pone corazón a cada historia.

No terminé de leerlo. Es la primera vez que leo a esta autora, así que no estaba segura de con qué me encontraría. Estaba bien escrito, de una manera que supongo que hacía fácil la lectura; pero, por algún motivo, me costó seguir avanzando.

Entonces, la causa de que no me gustara este libro no fue la narrativa, sino la historia en sí. Me aburrió, simple y llanamente. No pude sentir empatía por ninguna de las protagonistas de estas historias y, de hecho, en ocasiones me frustraban.