Esencias: Fenómeno 2012

Este libro me atrajo por su sinopsis ya que hacía tiempo que no leía nada así y creí que podría estar bien leer un libro ambientado en España, algo que no hago muy a menudo.

Prometía ser un libro quizá algo cliché pero interesante. Una temática de instituto con dos protagonistas muy diferentes entre sí y una trama de fantasía de la cual no se nos adelanta nada, no sabía bien qué enfoque iba a tener pero esa intriga me gustaba.

No obstante, toda esta anticipación se cayó cuando leí las primeras páginas y ahora explicaré por qué. La novela está narrada desde diferentes puntos de vista, sobre todo de los personajes Javo y Sisco, y cada uno lo narra en primera persona. Javo es el chico malo y lo cierto es que no sale de eso, pero de los personajes hablaré más tarde.

Como digo es el chico malo y pertenece a un club de moteros, eso es lo que sabemos al principio y además su novia es la chica más guapa de insti. Mi principal problema ha sido con la narración porque intenta imitar el lenguaje coloquial adolescente y tenemos expresiones tales como «La polla», «¿Juegas? Ná», «¿Qué tal, loco?», «milloneti» o «dabuti», por citar algunos ejemplos. Todo esto a mí me afecta a nivel personal porque no entra dentro de mis gustos, nunca he soportado el lenguaje macarrónico porque en mi opinión nunca consigue su objetivo, que en este caso sería atraer al lector adolescente, es muy cansino y además jamás es realista. Es imposible, porque la palabra escrita es algo artificial y nunca tendrá la libertad y la espontaneidad de la oralidad. Aunque se relaje el tono y no tenga que ser formal, este tipo de expresiones a mí me sacan de la atmósfera de lo que sea que estoy leyendo. No creo que los adolescentes hablen así, habría que realizar un estudio muy exhaustivo para mostrar esa realidad, creo que a más de uno le chocará, el paso del tiempo siempre daña esto porque en la lengua hay modas y las expresiones cambian… En fin, hay varias razones por las que yo no soy partidaria de este tipo de estilo, sobre todo me pareció agotador y por lo tanto no pude disfrutar nada de la historia.

Las partes narradas por Sisco mejoran un poco en ese aspecto, pero no conseguí empatizar con ninguno de los personajes. No se profundiza en sus personalidades y hay bastantes secundarios, casi todos con motes, no conseguí llegar a distinguir a algunos. Lo que más pena me dio fue no llegar a conocer mejor a los protagonistas y sus motivaciones, creo que fue un poco superficial su tratamiento y al no empatizar, lo que les sucedía me daba un poco igual.

Sisco me pareció un poco soso y habría estado bien mostrar más su amistad con los demás, quizá darle algo más de peso a algún otro personaje. A Javo me cuesta entenderlo y ese rollo de chico que solo piensa en violencia y sexo y que sale con varias chicas guapísimas tampoco ha sido un aliciente, podría haberlo sido con otro tratamiento, quizá, pero una vez más se queda muy superfluo, igual que sus dilemas.

La parte de fantasía me sorprendió un poco porque no me pareció lo habitual pero tampoco consiguió atraparme, habría necesitado más explicaciones y algo más de emoción con todo lo que pasaba.

Obviamente este no ha sido un libro para mí, no fue lo que buscaba y por otra parte tampoco estoy muy habituada a este género de fantasía urbana. Hay mucha variedad dentro del mismo y los personajes de instituto ya no me atraen como antes. Influenciada por esto y por lo difícil que fue la narración para mí en algunos momentos no he disfrutado la lectura.

Esencias, fenómeno 2012 es una novela donde el autor sabe combinar de una manera coherente el mundo real con el mundo "fantástico" dando lugar a una historia que en muchos momentos maravillará y sorprenderá al lector, gracias al sentido homenaje y a las múltiples refencias a historias y a muchos de los personajes que han poblado y pueblan el género fantástico.

Sergio R. Alarte se vale del género. "young fantasy" para hacer una historia que en un principio puede parecer otra historia màs dirigida al público juvenil, pero que se acaba convirtiendo en algo que va mucho más allá, siendo una novela muy recomendable para todo el mundo.
La historia arranca de una manera digamos más "típica" del género juvenil, en parte debido a que tiene que presentar a los personajes, todos ellos, o la gran mayoría adolescentes y veinteañeros. A la vez que va dando. conocer a los distintos personajes, también va dando pistas y apuntes de por qué derroteros va a ir la historia, dejando al lector con la intriga.

Después de esta primera parte digamos más introductoria, el autor ya se mete en faena y ahonda más en la parte más fantástica, y aquí es donde la novela da un gran salto y se acaba convirtiendo en una historia plagada de grandes momentos, llenos de acción, aventuras y de incognitas, que los personajes y los lectores tendrán que ir descubriendo a lo largo de Esencias.
Una de las cosas que destacaría mas de esta novela es el cariño y la devoción que siente el autor por el género fantástico y por la fantasía más en concreto. Eso es algo que el autor ha logrado transmitir a lo largo de esta historia. El lector encontrará referencias a libros que son auténticos clásicos de la literatura fantástica y a la literatura en general. Otra muestra de esa pasión del autor por la fantasía es la aparición de algunos seres y criaturas más clásicas del género fantásticos.

Los personajes están bastante bien desarrollados en lineas generales, aunque se nota que al ser una novela destinada más a un público juvenil, en algunos momentos, algunos de los protagonistas caen en ciertos tópicos y comportamientos que suelen darse en la literatura juvenil.
A destacar el ritmo que el autor ha sabido dar el autor a la novela, ya que no dejan de suceder cosas desde un principio, convirtiendo a Esencias, fenómeno 2012 en una lectura adictiva con muy buenos momentos, y donde el lector se encontrará con mucha acción, suspense y muchas, muchas aventuras que tendrán que correro los distintos personajes, todo ello enfocado a un final épico, lleno de momentos espectaculares y también otros bastante emotivos.

En defitiva, esta novela no redefinirá el género juvenil o el fantástico, pero como lector puedo afirmar que ha logrado hacerme pasar muy buenos y agradables momentos con su lectura.
Esencias, fenómeno 2012 es otra buena muestra de la calidad que tiene Sergio R. Alarte, y que lo convierte en un autor muy a tener en cuenta dentro del panorama literario nacional.

Sinopsis:
Fenómeno de 2012 es el nombre que recibe lo que hace pocos años se consideró en fin del mundo según el calendario maya. O eso fue lo que publicaron periódicos y noticiarios de todo el planeta el segundo semestre de aquel año, en base a cálculos numerológicos, astrológicos y esotéricos.
Pero, ¿es cierto que, de alguna manera, ese año hubo un cambio profundo en la sociedad a nivel planetario? ¿Se abrió algún tipo de portal para llevar a nuestra civilización a un nuevo escalón de conciencia?

Sisco y sus amigos son solo un grupo de chicos marginados en su pequeño pueblo, tienen miles de inquietudes y un club de lectura; Javo y sus colegas son todo lo contrario; tipos duros de una banda de moteros, con todas las balas de la juventud a mano y el carácter para utilizarlas.
Ambos grupos viven en Melinda, un pueblo de la huerta no muy lejos de Valencia donde el día a día es tan anodino como en cualquier otra pequeña villa. Sus monótonas vidas se verán conmocionadas por la llegada de unos forasteros, que solo presagia el advenimiento de algo más grande y terrible.
Un suceso que logrará sacudir su realidad, y la de toda una época de la humanidad, hasta sus mismos cimientos.

Esencias. Fenómeno 2012 es una novela autoconclusiva de fantasía juvenil urbana ambientada en Miranda, un pueblo valenciano. En esta somera descripción del libro que tenemos entre manos están contenidos los dos motivos por los que pedí a Masa Crítica un ejemplar de esta historia: el primero, porque es fantasía en formato autoconclusivo, por fin nos alejamos de sagas infinitas, y el segundo, porque es un urban fantasy ambientado en España. Las pocas obras de fantasía juvenil que he encontrado recientemente situadas en España en nuestro panorama editorial me han parecido auténticas joyas poco promocionadas, como La maldición del verdugo de Nesa Costas o Norte de Tamara Gutiérrez Pardo.

Deslizarse por las páginas de este libro equivale en ligereza y entretenimiento a ver una película de instituto estadounidense: tribus urbanas, rivalidades, inseguridades, relaciones, celos..., todo ello muy bien ambientado en un pueblo español de esos en los que nunca pasa nada, y girando alrededor de una original trama fantástica.

La trama principal, lidiar con las "esencias" y aprender a relacionarse con los forasteros, comparte protagonismo con hilos narrativos menores, como las relaciones entre estos adolescentes tan dispares entre sí o las confrontaciones entre los dos grupos, el de moteros, con Javo como líder, y el de los raritos con Sisco como protagonista. Además de varias líneas argumentales, la narración se sirve de saltos temporales y de flashbacks para dar aun más información al lector. El uso de estos recursos narrativos, la presencia de muchos diálogos, una pluma de estilo juvenil y desenfadado, y una narración coral en primera persona hacen que el ritmo de lectura se agilice cada vez más según se avanza en la historia.

Aunque son varios los puntos de vista desde los que se narra la historia, hay dos personajes con más peso que el resto: Javo y Sisco, cada uno de ellos representando a uno u otro grupo de personajes. Para ser los protagonistas, se me han antojado planos y con querencia al cliché. Sin embargo, los secundarios (Cintia, Toni...) están mejor, dado que su protagonismo es menor y, por tanto, también lo que nos esperamos de su complejidad.
Javo es el jefecillo de los moteros, popular, malote, macarra y con la tía más guapa del instituto como novia, Lorena. Solo piensa en fiesta, sexo, alcohol y velocidad, y se expresa como si él mismo fuese una parodia exagerada de todos los kinkis de España juntos. No me creo al personaje y no es solo culpa de su voz, de su perfil lingüístico; es por un fallo de construcción. Susan E. Hinton, siendo solo una adolescente, recreó en su famosa novela Rebeldes el ambiente desestructurado, chulesco y problemático de los outsiders. Y sí, como Sergio R. Alarte, para hacerlo se valió de jergas y expresiones juveniles, pero también se esforzó en que el lector conociera a los personajes: sus miedos, su pasado, su inseguridades, su manera de enfrentarse a la vida, etc. Y, entonces, porque los entendíamos, los aceptamos. Sin embargo, en Esencias apenas conocemos a Javo y a sus amigos, los cuales carecen de evolución o arco dramático, y no estamos dispuestos a aguantar durante cuatrocientas páginas una manera de hablar que en la vida real no soportaríamos ni cinco minutos. No obstante, en las partes contadas por Sisco la jerga es juvenil pero más convencional y cuando se leen, se suaviza bastante la sensación de incomodidad.

Por todo lo anterior, puede suponerse que me he llevado cierta decepción con este libro. Aunque la novela me ha entretenido y aunque creo que el planteamiento tiene potencial, que la ambientación es original y que la estructura y el ritmo son acertados, el fiasco con los personajes y con sus voces ocupa tanto en mi experiencia con la lectura que lo acaban estropeando todo.

En conclusión, a pesar de que a mí este libro se me haya acabado atragantado a causa del estilo y de los personajes, considero que esta novela tiene un público objetivo muy reducido (adolescentes más amantes de las tramas de instituto que de las fantásticas), pero al que le encantará la historia.
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Los que me conocéis ya sabéis que soy siempre sincero. No sabría decir exactamente por qué pero, el caso es que la apuesta no era muy alta con este libro que gané en la #masacríticababelio. Con matices, el libro me ha sorprendido y me ha gustado bastante.

Empecemos por lo que sí me ha gustado: la historia.
Este es un libro de fantasía urbana, la primera vez que leo este subgénero fantástico, que transcurre en Melinda, una localidad de Valencia. La historia de corte juvenil empieza bastante floja pero al poco, con la llegada de las primeras esencias a la historia, empieza un no parar de sucesos que te mantienen, literal, pegado a sus páginas queriendo leer “un capítulo más” para saber qué pasa a continuación.

La narración es en primera persona y en cada capítulo es un personaje el que lo narra, aunque principalmente lo hacen los dos protagonistas, Javo y Sisco. Ojo también a los saltos de tiempo que encontraremos en la novela, entre años primero y, luego, con capítulos que suceden unas cuantas horas antes que el que acabamos de leer. Esto me ha parecido que le da mucha continuidad a la historia y hace que avance a la vez en varios puntos.

La mayoría de secundarios me han gustado bastante. Salomon, Marc, Silfëin, el Druida, Arcontas, la Nigromante, las Valkyrias… Cada uno en su cometido, creo que están bien llevados.

¿Qué no me gustó? Pues la mayoría de los personajes principales.
El club de los malotes de insti, liderado por Javo, no me han gustado nada. Primero por el lenguaje que utilizan que no me gusta. Segundo porque, excepto Lorena, ninguno evoluciona y, tercero, porque los malotes abusones de insti me repugnan.
En el lado de “los pringaos” aunque Sisco sí me gusta y tiene evolución, sus dos amigos no aportan demasiado a la historia.

En definitiva, Esencias. Fenómeno 2012 tiene algunas cosas que no me han terminado de convencer pero, sin duda y a pesar de ello, me ha hecho pasar una aventura de la cual me costaba desengancharme. Si os gusta la fantasía urbana os hará pasar un buen rato sin duda.

Reseña completa en el blog.
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