Yo no creía en el destino. Pero el destino nos ha hecho inevitables.
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Yo no creía en el destino. Pero el destino nos ha hecho inevitables.
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Cuando la posibilidad deja de serlo y es elevada a la hermosa categoría de certeza, asusta tanto que paraliza.
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En su tono de voz apenas audible me parece intuir el grito de auxilio de un hombre que lucha contra sus propias circunstancias.
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Ese hombre huele a peligro a un kilómetro de distancia.
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Y entonces se precipita sobre mí de forma inesperada, encerrando entre las manos mis mejillas encendidas como un volcán en erupción, y su boca choca con mi boca, que se abre solícita y se rinde a la supremacía húmeda de su lengua hambrienta y feroz. Yo no lo sabía, pero un beso pueda hacer que el tiempo se detenga. Un beso puede silenciar los pensamientos más oscuros y las palabras más hirientes. Un beso es la cura contra el dolor, porque un beso es el perdón por todos los pecados de la estupidez humana |
Se puede llorar sin derramar una sola lágrima. Romperse por dentro en la más absoluta quietud. Gritar en silencio. Volar sin tener alas y hacer del cielo un refugio secreto. Ser culpable e inocente a la vez. Porque, al final, todo se reduce a un montón de sentimientos verdaderos encerrados en un cuerpo extraño transitando por un universo equivocado. |
¿Cuándo se volvió más importante vender que curar? Supongo que cuando las empresas como Laboratorios Grau o Felleman Galenics se dieron cuenta de que las enfermedades les salían rentables. Es innegable que ganan tanta pasta con ellas como la industria armamentística con las guerras. Y, del mismo modo que los fabricantes de armas no promueven precisamente la paz en el mundo respondiendo a intereses lucrativos, no es tan descabellado pensar que las farmacéuticas tienen idénticos motivos para no promover la salud.
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Tú eres tan de verdad que has conseguido que lo imprevisible se convierta en inevitable y lo inevitable en bello.
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La única mentira que te he dicho es que me gustabas cuando en realidad ya te quería.
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Yo no lo sabía, pero un beso puede hacer que el tiempo se detenga. Un beso puede silenciar los pensamientos más oscuros y las palabras más hirientes. Un beso es la cura contra el dolor, porque un beso es el perdón por todos los pecados de la estupidez humana.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?