Cuando la posibilidad deja de serlo y es elevada a la hermosa categoría de certeza, asusta tanto que paraliza.
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Cuando la posibilidad deja de serlo y es elevada a la hermosa categoría de certeza, asusta tanto que paraliza.
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En su tono de voz apenas audible me parece intuir el grito de auxilio de un hombre que lucha contra sus propias circunstancias.
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Tú eres tan de verdad que has conseguido que lo imprevisible se convierta en inevitable y lo inevitable en bello.
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Dicen que las personas tenemos muchas lealtades diferentes. Está la obvia, la que mantenemos con la ley. También hay una para con la pareja, los amigos y la familia, y otra para con el trabajo. Pero, además, existe la lealtad que nos debemos a nosotros mismos. Si algo he aprendido últimamente es que la mayoría de las veces todas esas lealtades colisionan entre sí. |
La única mentira que te he dicho es que me gustabas cuando en realidad ya te quería.
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¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?