Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar

Bajo el título, en la portada, encontramos la frase “una novela para jóvenes de ocho a ochenta y ocho años”. No podría estar más de acuerdo.

Si bien no tenemos una novela juvenil como tal, creo que sí se podría catalogar en el género… claro que muchos no lo leerían. Sabia decisión la del autor al titularlo así.

Tenemos dos historias principales: por un lado, una bandada de gaviotas que han de encontrarse con otras compañeras en determinado punto; cuando ven desde arriba un banco de peces, deciden comer… y eligen indudablemente el peor momento, pues en ese instante un buque está vertiendo petróleo.
Por otro lado, Zorbas, “un gato grande, negro y gordo” (esto nos queda muy claro porque se repite tropecientas veces en pocas páginas) vive apaciblemente como gato casero, mediante algún flashback conocemos toda su vida, desde el inicio de la misma.

Sus caminos se cruzan en el punto donde la gaviota llega volando como buenamente puede y cae muerta en casa del gato, no sin antes hacerle prometer que cuidará de su pollito e incluso lo enseñará a volar.

Y así se encuentra el pobre Zorbas, con un huevo recién puesto y su sentido del honor, más contundente que nunca.

Es una novela bastante sencilla, escrita de forma muy amena (que, efectivamente puede leer cualquiera sin pecar de notarse infantil en ningún momento), fácil de seguir y rápida de leer, pues además, los capítulos son cortitos y acompañados de ilustraciones.

En general me ha gustado, no destacaría nada especialmente, es un libro perfecto para echar un par de tardes.
Eso sí, en el punto super dramático de la historia, tal cual está contado, no podía parar de reír… pero eso ya son rarezas de una.
Lo recomiendo.

Termino comentando que hay adaptación, de animación además, del año 2000… a la que no he pillado el punto (me pilla mayor, creo).

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