Una historia que, a pesar de no ser muy larga, refleja muy bien la dureza de la dictadura chilena, las torturas a los detenidos y a los desaparecidos. Una horrible parte de la historia negra que, por desgracia, casi todos los países tienen. Me gusta la pluma de Sepúlveda, directa, sin ambages y todo muy bien explicado. Narrada en el presente pero sin olvidar el pasado. No apto para estómagos sensibles, es durillo.
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