En la vida de Ignacio Morel

En 1969 Ramón J. Sender fue galardonado con el Premio Planeta por su obra “En la vida de Ignacio Morel”. El premio estaba dotado con 1.100.000 pesetas y la obra finalista fue “Redoble por Rancas”, de Manuel Scorza.

Al ser preguntado sobre su novela, Sender respondió que era un libro, como todos, que no pretendía demostrar nada. “Plantea un problema de lo humano sobre la obsesión de la estética y creo debe prevalecer lo humano sobre cualquier otra preocupación” (La Vanguardia, 16 de octubre de 1969).

Extraña respuesta pero muy adecuada para esta extraña novela sobre un profesor español bastante perdido en la vida, que da clases en un Liceo francés, y al que un día le sucede un hecho insólito y extraño que le va a trastocar su anodina vida.

Ramón J. Sender fue uno de esos intelectuales militantes de izquierda que tuvo que huir de su país al finalizar la guerra. Cuando se produjo el alzamiento en 1936 Sender se incorporó a las milicias republicanas. Su primera mujer, Amparo Bayón, fue detenida, encarcelada y fusilada. También lo fue uno de sus hermanos, que había sido alcalde de Huesca. En marzo de 1939, desencantado con el devenir de la guerra y con su propio bando, Sender y sus dos hijos marcharon al exilio. Lo vivió entre México y Estados Unidos, dedicándose desde entonces por completo a la escritura y a la docencia. Su producción es muy extensa y variada. Abarca todos los géneros; narrativa, teatro, ensayos, lírica. No fue hasta 1974 que Sender volviera a pisar suelo español. El 16 de enero de 1982 fallecía en su casa de San Diego. Fue incinerado y sus cenizas lanzadas al Pacífico.

Ramón J. Sender escribió grandes obras como “Imán”, “Réquiem por un campesino español”, “Mirster Witt en el Cantón”, por la que en 1935 se le concedió el Premio Nacional de Literatura, la serie autobiográfica “Crónica del Alba”, pero paradójicamente “En la vida de Ignacio Morel”, galardonada, como se ha dicho, con el Premio Planeta de 1969, no alcanza el nivel de sus mejores obras narrativas. al parecer, la concesión de este premio fue un guiño al exilio, ya que se rumoreó que existió un posible acuerdo previo con la editorial, lo cual no es nada nuevo en este premio.

Es tanta la producción narrativa de Sender que no es de extrañar que en ellas se den altas y bajas. “En la vida de Ignacio Morel” es una de esas bajas. Es una novela menor, aunque bien escrita y desarrollada. Es una novela experimental, surrealista, en la que aparece, para la época en que se publica, un alto voltaje erótico. Hay pasajes en que el lector no sabe si reír o sonreír.

La novela está basada en un suceso real ocurrido en Francia allá por los años sesenta, pero al leerla, el lector se imagina unos personajes propios de principios del siglo XX. Tendría hasta más sentido incluso.

La trama; A Ignacio, profesor, soltero, con una vida anodina le sucede un hecho fortuito y ahí comienza la zozobra, la paranoia, la …. pero no puedo seguir, lo siento. Mejor leer la novela.