Princesa de cenizas

Princesa de cenizas de Laura Sebastian era una novela en la que me daba miedo adentrarme, porque las redes sociales estaban a rebosar de reseñas MUY positivas; sin embargo, ha cumplido de sobra con las expectativas que tenía. Me atrevo a decir que ha sido una de mis mejores lecturas del año y estoy deseando leer su continuación. Eso sí, soy consciente de que este libro en realidad no ofrece nada nuevo -intrigas palaciegas, una princesa esclavizada, un amor fingido que parece volverse real, un triángulo amoroso, una rebelión-, pero me resultó adictivo y los personajes están muy bien construidos. El personaje de Thora al principio no me convencía del todo, pero a medida que fui pasando las páginas me dio la sensación de que ganaba en complejidad y comenzaban a verse más claramente las secuelas de todos sus años de tortura y humillaciones por parte del Káiser. Me han encantado los aliados que encuentra Thora, creo que juntos forman una bonita familia y aunque al principio lo único que les interesaba era salvar a la princesa, con el tiempo descubren que Thora realmente quiere conseguir justicia para su pueblo y ofrecerles una vida mejor. No voy a mentiros, los triángulos amorosos son mi talón de Aquiles -siempre que estén bien hechos, por supuesto-, y creo que este puede tomar un rumbo muy interesante, sobre todo gracias a lo que descubrimos al final de la novela respecto a los efectos secundarios de las minas. Princesa de cenizas es una novela que se puede leer en una sentada y que, aunque nos presenta una trama que ya hemos visto con anterioridad, consigue atrapar al lector con una protagonista resiliente y un mundo consumido por la avaricia, el poder y las mentiras.
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