Dama de humo

«Nosotras las mujeres debemos tener nuestras armas en este mundo, ya sean las mentes, los puños, las artimañas o las lágrimas.»

Me mira como si fuera su libro favorito, uno del que ha leído todas las páginas demasiadas veces.

La esperanza es contagiosa. Cuando tienes suficiente, se propaga naturalmente.

Intentar comprender el razonamiento de los dioses es tentar a la locura.

El mejor aliado es aquel que comprende al enemigo, ¿no creéis?

Hay cosas por las que vale la pena luchar incluso cuando la lucha parece desesperada.

Una reina sin corona, sin trono, sin coronación. ¿De qué, exactamente, te imaginas que eres reina?

Hay una razón por la que no puedes encontrar la palabra virginidad en Astrean. El concepto no existe.

Espero que llegues a ver que una mujer puede ejercer un poder más allá de lo que está entre sus piernas, al menos por el bien de tu hija.

Como mujeres, debemos tener nuestras armas en este mundo, ya sean nuestras mentes, nuestros puños, nuestras artimañas o nuestras lágrimas.