Muerta en vida

Muerta en vida nos relata la historia de una chica a la que le roban su nombre, su vida y su libertad. Ahora ella se llama Alice y su único propósito en la vida es dejarse cuidar y amar a Ray, su secuestrador.
Érase una vez una niña que desapareció.
Érase una vez en la que mi nombre no era Alice.
Érase una vez en la que no sabía la suerte que tenía.
Debo decir que tenía años queriendo leer esta novela pues Keny de Hojeando mundos me habló mucho de ella y por fin se me hizo leerla gracias a Viry de la biblioteca del inframundo que me lo regalo en mi cumpleaños. Te amlo Virys.

En fin, que comencé el libro sabiendo que la historia iba sobre abusos que no son sencillos leer y lo primero que me sorprendió fue la manera sencilla en la que está escrito. Tenemos capítulos muy cortos narrados en el presente entremezclados con algunos flashback que nos permitirán conocer la historia de nuestra protagonista antes de convertirse en Alice. Tenemos una narración muy simple que no entra en mucho detalle pero que aun así sirve para causar tención y dejarle muy en claro al lector lo que está pasando, lo cual es de admirarle a la autora pues fue capaz de escribir sobre un tema muy crudo y violento sin caer en lo grotesco.

Otro gran logro de la autora fue el realismo que imprimió en su novela y en sus personajes. En especial les hablaré de Alice quien después de años de abuso está dispuesta en hacer lo que sea para poder tener un poco de paz, aunque para conseguirlo tenga que hacerle a una nueva niña lo que le han hecho a ella. Me pareció muy perturbador ver lo que estaba dispuesta hacer y sobre todo ver que a ella no le parecía mal, que de hecho deseaba que alguien más que ella sufriera, ¿Por qué esa niña tenía derecho a ser lo que ella no pudo ser?
Se dan cuenta de que no pertenezco a este lugar, de que hay algo que no está bien en mí.
Pero no harán nada al respecto.
No dirán ni preguntarán nada.
Nadie lo hace, nadie lo ha hecho.
Nadie nunca lo hará.
Y si la historia ya les parece aterradora, permítanme contarles de otro aspecto que me ha parecido más repulsivo y es que en la novela la pequeña Alice nos deja en claro que la gente ve sin de verdad mirar. Muchas veces creemos entender lo que está pasando a nuestro alrededor pero en realidad no somos capaces de entender a las personas que nos redean. Ella por ejemplo siempre ha sido tratada como la chica tonta que a veces come de la basura porque es más sencillo creer en eso en lugar de tratar de entender la verdad. Este es un gran defecto humano con el que todos vivimos a diario, porque siempre va ser más sencillo apartar la mirada al dolor de alguien más.

En resumen, Muerta vida es una novela inquietante y perturbadora, una historia que no será sencilla de olvidar.
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