El hombre se hace piadoso tras haber experimentado todos los terrores, tras haberlos hecho concretos y encarnados en estos pobres seres que los sufren.
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El hombre se hace piadoso tras haber experimentado todos los terrores, tras haberlos hecho concretos y encarnados en estos pobres seres que los sufren.
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El egoísmo vital padece temores personales: es el sentimiento que denominamos TERROR. El día que la persona imagine en los otros los temores que él mismo sufre, habrá alcanzado la comprensión exacta de sus relaciones sociales.
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El amor tiene su lugar entre el terror y la piedad. Su representación es el paso más delicado de una de estas pasiones a la otra. Y suscita ambas en el espectador, cuya alma adquiere así mayor interés que la del personaje que actúa.
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[...] La vida no se encuentra en lo general, sino en lo particular. El arte consiste en dar a lo particular la ilusión de lo general.
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[...] La literatura celebrará las emociones violentas y activas. El hombre libre no será sojuzgado por el determinismo de los fenómenos del alma y del cuerpo. El individuo no obedecerá al despotismo de las masas, o las seguirá violentamente. Se abandonará a la imaginación y a sus ganas de vivir.
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Amáis y odiáis las cosas únicamente en razón de la elección de una mayoría de pequeñas individualidades diferentes. Vuestras acciones están sometidas a una infinidad de intermedios.
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El corazón del hombre es doble: el egoísmo equilibra la caridad, la persona es el contrapeso de las masas. La conservación del ser implica el sacrificio de los otros: los polos del corazón se hallan en el fondo del yo y en el de la humanidad.
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[...] No somos los únicos individuos de este universo. Así como en el lenguaje las frases se separan poco a poco en periodos y las palabras se liberan de las frases para adquirir su independencia y su color, nosotros mismos nos hemos diferenciado gradualmente en una serie de yoes de valor muy relativo. [...]
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[...] Las ideas de los grandes hombres son el patrimonio común de la humanidad: en realidad, cada uno de ellos no poseyó más que sus extravagancias. [...]
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Entonces, la novela será sin duda una novela de aventuras en el más amplio sentido de la palabra -la novela de las crisis del mundo interior y del mundo exterior, la historia de las emociones del individuo y de las masas-, tanto si los hombres buscan lo nuevo en su corazón, en la historia o en la conquista de la tierra y de las cosas, como en la evolución social.
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¿Con qué frase empieza esta novela?