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Críticas sobre Kentukis (37)
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Hefesto
 07 September 2019
La obra de Samanta Schweblin parte de una idea aparentemente estrambótica: unas mascotas mecánicas con formas de animales, dirigidas por otros humanos elegidos al azar que pueden observarte e interactuar contigo pero no hablarte y de los que nada sabes en un principio. Sí, ya se que parece demasiado rebuscado e ilógico, que no los dejarías entrar en tu casa y espiarte, pero detente un momento y piensa que esa idea combina la necesidad creciente de gran parte de la población de vivir con mascotas por un lado, y por otro nuestra adicción a las redes sociales en las que podemos exhibirnos o “cotillear” a los demás sin pudor alguno.

Y girando en torno a esto, pasando de puntillas por el debate ético y dando por hecho que la moda se impone al sentido común, la autora argentina construye una obra coral en la que se intercalan relatos de gente que, o bien tiene un “Kentuki”, o decide ser uno de ellos a través de una pantalla y unos sencillos mandos.

La primera historia, fresca y divertida, ya te advierte de los peligros de esta situación y te hace prever que estás ante un thriller y un alegato en defensa de la privacidad. Pero en realidad lo que encontramos en esta obra son las vidas de distintos tipos de personas; ancianas, niños, adultos, oportunistas, malintencionados, pervertidos, gente buena y gente mala, seres a los que su vida les parece poco y otros que se consideran dignos de ser admirados... Y partiendo de estos personajes Schewblin orienta la narración hacia las distintas necesidades de dichas personas para tener/ser un Kentuki y la manera en que estos cambian su existencia. Nos describe diferentes vidas que tratan, casi siempre, de suplir algo que creen que les falta, ya sea compañía, una vía de escape a la cotidianidad o el trauma, un modo de obtener beneficios o la forma de tener a “alguien” en quien focalizar sus actos más viscerales o reprobables. Y es que la autora se permite apuntar en una frase que hay gente que paga por tener a otra persona como mascota, alguien real que les adore, y desde que eso tiene lugar, nada es impensable.

Todas las historias comienzan de un modo más o menos amable y van tendiendo a oscurecerse dando como resultado una novela muy recomendable que, una vez asimilada y reposada (a pesar de su aparente simplicidad), hace que te plantees cuestiones como, por ejemplo, ¿cuál será el siguiente paso en nuestro modo cada vez más impersonal de relacionarnos?
Enlace: https://elyunquedehefesto.bl..
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Yolib
 19 November 2022
La novela plantea muchas cuestiones actuales, sobre todo desde que prácticamente todos los seres humanos del planeta han introducido en sus vidas la comunicación a través de las redes sociales, o desde que en el mundo de hoy, la exposición de la vida de cada uno es continua, ya sea la real, o la deseada, como cuando se suben las fotos más seleccionadas a instagram.
Pero este relato trata de algo más ominoso, exprime esta realidad hasta conseguir que pensemos qué nos gustaría más, ser los que exponemos nuestra vida, pero sólo a una persona, o ser esa persona mirona en la vida de alguien desconocido.
En la realidad que plantea la novela, se han puesto de moda unos muñecos parecidos a los furbys, (esos peluches tecnológicos que hicieron furor en los 90), que se venden en todo el mundo, y son caros, 279 $, al mismo tiempo, también se venden las conexiones digitales que hacen funcionar al peluche, pero a cualquier otro usuario, en cualquier otro lugar, y son algo más baratas.
La novela tiene una estructura de capítulos muy cortos, que no están ni enumerados, ni titulados, es algo muy singular: alterna capítulos, cuando cambia de personajes y de lugar. He contado 35 y por ellos pululan personas de diferentes países, culturas, o clases y la propia historia decide quienes serán los protagonistas, es decir: hay 5 historias muy cortas que se acaban en 3 o 4 páginas, porque los kentukis se rompen, o los desconectan, o no se establece la relación adecuada, como en el primer relato de las 3 chicas que tienen un peluche justiciero y las amenaza por su mal comportamiento. O en la historia nº 7, en la que se compran 2 kentukis conejitos, para una residencia de ancianos y a los 10 minutos las conexiones se perdieron, o se pararon y la reflexión que hace el director de la residencia es muy sugerente: “Nunca se le había ocurrido a Eider, que había que pensar si sería digno de un electrodoméstico vivir con uno o no”
En los 30 capítulos restantes se desarrollan a su vez 5 historias, de las cuales 3 personajes tienen tarjetas con conexión, Emilia, Grigor y Marvin y otros 2 protagonistas son Kentukis, Alina con un cuervo y Enzo con un topo.
La autora escoge a esos personajes para mostrarnos sus reflexiones acerca de la soledad, de la falta de comunicación dentro de las familias, de no saber encontrar su lugar en el mundo como es el caso de Alina, o de lo sobrecogedor que puede llegar a ser la falta de regulación en el comercio tecnológico, de lo cual se aprovecha Grigor, montando a su vez un negocio y vendiendo sus 68 conexiones.
También, como no, de los peligros que todo eso encierra, como la estafa de dinero de la que es víctima el jovencísimo Marvin, la historia de abuso que Emilia cree observar en la vida de su kentuki, o cómo Grigor y Nicolina consiguen salvar a una niña secuestrada.
Terminé de leer el libro con una sensación molesta en la nuca, que aumentó cuando me fijé en el roomba, el aspirador que circula libre por la casa y que él solito se va a su base de carga cuando termina su programa. ¡Caramba Yoli, me dije el aspirador no es un kentuki! También me fijo en mi portátil, del que no me separo mucho a lo largo del día, o en mi Smartphone, del que no me separo nunca. Esos sí que pueden convertirse en kentukis. Esta novela da más de sí de lo que en principio se puede esperar de ella y cada lector puede llegar a muchas conclusiones.



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Begolibros
 25 July 2020
Kentukis un libro que me parece muy original,esa especie de mascotas tecnológicas , puedes ser un kentuki o puedes tener un kentuki, ¿qué prefieres?. Algunos protagonistas son kentukis y otros tienen un kentuki, es un libro corto , más o menos en la primera mitad del libro a mí se me hizo un poco cuesta arriba, ya digo que la historia es original, interesante, pero a mí los dueños de los kentukis no me decían casi nada, pero es verdad que en la segunda mitad del libro todo o casi todo me ha gustado más, no quiero decir nada del argumento porque la gracia de este libro es que sepas cuanto menos mejor.
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Zairamec
 08 July 2020

Primera lectura 31 mayo de 2020
Samantha Schweblin es una de las escritoras latinoaméricas que descubrí este año y cada que leo un libro suyo me atrapa aún más, en esta oportunidad quiero hablarles de su novela "Kentukis" si bien ella es una cuentista (una gran cuentista), se ha aventurado en la escritura de novelas que terminan siendo cortas, pero llenas de muchas reflexiones, con personajes con pocas descripciones en lo referente apariencia y nombres, pero con análisis profundos de su cotidianidad y termina con finales abiertos, confusos, inconclusos y para mí, majestuosos (siempre termino aplaudiendo y asintiendo cada vez que terminó un cuento suyo).

Regresando, ¿De que va "Kentukis"?, bueno, es una novela donde el eje central de la narración es lo que hoy se ha convertido en el lenguaje universal, la tecnología y su multiplicidad de dispositivos, aquí estos se llaman Kentukis y son una mezcla de tamagoshis con esos famosos furby que incoporaban inteligencia artificial, solo que aquí son unos peluches con formas de animales reales o fantásticos, como conejos o dragones, que son controlados y manejados por otro ser humano, entonces tu puedes ser dos tipos de usuario, el que compra el Kentuki y que por lo tanto esta abierto a que sea observado por este y los que compran el software que son quienes controlan los kentukis y se meten en las casas de otros, pero aquí todo mundo sabe como funciona, es conciente que quien esta al otro lado de la pantalla es otro ser humano ubicado en quien sabe que lugar del planeta y quien sabe con que intenciones y aún asi acepta hacerlo parte de su vida y de su cotidianidad, la única regla: un dispositivo por cada software, asi que si se daña se desecha y si lo apagas porque te aburres de "tu amo", pierdes tu dinero.

Hasta aquí es el eje central, despues la autora mete estos Kentukis en distintas familias y va contando lo que sucede en cada una de las casas, algunas historias estan centradas en los amos con historias curiosas, divertidas, agradables, es como decirlo, la parte bonita e inocente, ver a otros comer, servir como compañero a una persona solitaria (pues sí, podría considerarse una especie de mascota por la forma que tienen y porque se mueven a voluntad), pero por otro el lado te muestra la parte peligrosa de la historia, secuestro, acoso, abuso, exposición, destrucción. La narración va de una casa a otra, de una familia a otra tipo cortes de cine y con su ritmo te va contando lo que se siente estar en cada uno de esos escenarios. 

Disconfort, sí, fue todo lo que sentí en la lectura. Es una novela que tiene la habilidad de hacerte sentir desconcertado, pero a la vez aburrido, porque a veces da la sensación que no esta pasando nada, pero si tus ojos se fijan bien, si eres capaz de leer y te concentras serás capaz de abrir las cerraduras que blindan todos los escenarios familiares, cerraduras que ocultan los secretos, los problemas, los dilemas, el dolor, el llanto, en fin, los problemas que siempre vienen en las cajas y las bolsas que cada miembro de la familia mete en la casa que se convertirá en su hogar; y son estos secretos los que, sin saberlo (o tal vez sabiéndolo, pero con aceptación conciente) estan dispuestos a revelar a través de una forma aparentemente inocente, un muñeco llamado Kentuki, o tal vez también es solo el reflejo de ese extraño "morbo" o placer que ha invadido la sociedad actual, el querer ser observados pues así podemos curar ese extraño veneno que parece diseminarse en el aire, pues hoy en día solo podemos existir si vivimos en la red (y viceversa).

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CeciHauff
 30 March 2020
Este es el mejor libro que leí en esta cuarentena. Es una obra coral con muchos personajes cuyas historias sólo tienen en común a los kentukis. Todas están muy buenas.

Enseguida pensé en la serie "Black mirror". Lo que sucede es muy verosímil, no estoy segura si llega a ser ciencia ficción, porque la tecnología es muy actual y, tanto los conflictos como los personajes, son realistas.

El antecedente del kentuki podría ser unas mascotas virtuales chinas, que no me acuerdo el nombre porque nunca me interesaron, que hay que alimentar y acariciar virtualmente. Sólo que detrás de cada kentuki hay un ser humano random que pagó para estar ahí, y que podría ser de cualquier parte del mundo. El "ser" que maneja al kentuki no puede elegir qué muñeco va a habitar. Básicamente el kentuki es un tierno peluche con cámaras en los ojos, comandado a distancia por un desconocido.

Es un juego de voyeurismo que se divide  entre los que espían las vidas de los otros y quienes se dejan espiar. Algo muy propio de las redes sociales, sólo que llevado al extremo.

El libro se lee de un tirón, al menos a mí me enganchó. Y lo súper recomiendo, en especial a los docentes que buscan libros para leer con los chicos en el secundario. Creo que se van a enganchar y hay muchos temas para debatir.

Parece que revelé demasiada información, pero no, es sólo el comienzo.

Es el primer libro de Samantha Schweblin que leo y quiero más...


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Cacahuete
 17 September 2019
La premisa de la novela son los kentukis. Una especie de furbys a control remoto, que establecen un vínculo entre dos personas: el amo, dueño del kentuki, y la propia mascota, controlada por una persona totalmente anónima desde su hogar. Dos completos desconocidos, uno de los cuales pasa a rondar a sus anchas por la casa de su "amo", con todo lo que ello conlleva. En las diferentes historias que se narran a lo largo de la novela se abordan cuestiones como el miedo a la soledad, la falta de contacto humano, la necesidad de búsqueda de formas de descargar la frustración, el miedo a la tecnología, la intimidad...la verdad, nada nuevo bajo el sol. Sin embargo está escrito con una fluidez y una convicción que engancha desde el principio. Lo que le falta de innovadora lo compensa con una crudeza que en ocasiones se hace algo excesiva. En algunos sentidos podría parecer ya desfasada, dado que el contacto entre personas desconocidas, con los riesgos que ello conlleva, son problemas que surgieron hace décadas, con la aparición de internet, pero quizá por ese motivo, aun a veces nos olvidamos que son temores que aun siguen presentes, y que por desgracia, en muchos casos están fundamentados sobre una base sólida. Quizá la única pega que le pondría es el punto de vista excesivamente negativo, y que al final lleva a que se vuelva predecible.
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pasiondelalectura
 11 December 2021
Kentukis es una novela-fábula sobre la interfase máquina/humanos. Los kentukis son unas máquinas/peluche sobre ruedas y con formas de mascotas como pandas, conejos, cuervos, topos, etc. Los peluches están condicionados para ir solos al cargador cuando baja la energía. La energía la usa la máquina para filmar en permanencia lo que ven los ojos del peluche.
Esta máquina causa furor y se pelean por obtenerla por un puñado de dólares, con una producción más o menos fraudulenta a nivel planetario.
La máquina la monitorea a distancia el comprador de una tarjeta que dará imágenes en directo sobre el ordenador, a veces de un continente a otro…
El peluche sigue a las personas por toda la casa filmando en directo todo lo que ve, pero no se puede parar la máquina, sino cuando se agota la energía o cuando el detentor está tan harto que la rompe a mazazos o la tira por la ventana…
O sea, que tenemos un juego de voyerismo/exhibicionismo instalados según el lado por el cual mirar.
Como en otras textos de esta singular y brillante escritora argentina, el ambiente es denso, pesado e incluso malsano. En esta novela anduve algo perdida con la profusión de personajes e historias que se entrecruzan.

Aquí tenemos, bien expuestas, las posibles derivas del mundo numérico que nos inunda.
¿No es un juego perverso el incorporar en su intimidad una máquina programada para mirar? Hay que sentir demasiada soledad o incomunicabilidad para caer en esta necesidad.

Un libro de concepción inteligente, actual, con la buena prosa de la escritora Schweblin, pero por momentos la estructura me pareció complicada con algunos personajes carentes de profundidad.
Enlace: https://pasiondelalectura.wo..
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Elmarcapaginasrojo
 14 July 2020
Recientemente Samantha Schweblin ha recibido el premio Mandarache de los jóvenes lectores por su novela Kentukis. Había leído algunas reseñas bastante interesantes y la recomendación por parte de algunos booktubers, así que era una de las novelas que estaba desde el año pasado en mi lista de pendientes.

Los Kentukis son una especie de muñecos interactivos, que recuerdan en algún aspecto a los furbys pero más evolucionados. Algunos tienen forma de pájaro, otros de dragón, otros de oso… con el fin de aparentar seres cariñosos e inofensivos. Pero detrás de los movimientos y las reacciones de estos pequeños robots se encuentra una persona. Una persona que te observa en tu día a día

De esta forma la autora nos habla de un problema actual, la continua sobrexposición en las redes sociales y el abuso de la tecnología que vivimos a día de hoy. La sociedad vive mostrando su vida intima y ha perdido el pudor a que otros vean cómo somos cuando estamos a solas.

La historia está contada a través de las personas que actúan como Kentukis y de manera indirecta de las personas que los poseen. Tenemos desde una señora jubilada que se obsesiona con la vida de una joven, un joven qué ve el negocio que se esconde tras los Kentukis y otro que se obsesiona por escapar de la situación que vive en su casa. Diferentes historias para contarnos problemas reales que se esconden detrás de los muchos perfiles que vemos en las redes sociales.

Leyendo Kentukis, he recapacitado sobre la cantidad de veces en las que antes de hablar con alguien ya no llamamos, sino que recurrimos al whatsapp, de la cantidad de veces que cuando nos sentimos solos necesitamos colgar una foto para transmitir que estamos bien en vez de contar lo que nos pasa y es que a través de estos extraños minirrobots la autora nos plantea todas estas preguntas.

Escrita en de manera sencilla y con capítulos cortos, las historias de los diferentes protagonistas se van alternando. Aunque la novela me ha gustado, sobre todo el tema principal que trata, sí he echado de menos una mayor profundidad en los personajes y es que con apenas 250 páginas al tratar varias historias se me ha quedado un poco corto y creo que podía haber profundizado más en la vida personal de cada uno de los protagonistas. Pero a fin de cuenta si queda planteado de manera clara las carencias en las vidas de cada uno de ellos y el porqué de su obsesión por estos seres,

Destacó la forma de escribir de la autora clara, concisa y cruel cuando tiene que serlo. Me ha recordado bastante a Black Mirror y es que perfectamente podría ser un capítulo de esta exitosa serie. Sin duda leeré más novelas de Samantha Schweblin,

En definitiva, recomiendo Kentukis tanto a adultos como jóvenes. Es una novela que trata un tema muy actual como es la pérdida de humanidad tras las redes sociales, la pérdida de nuestro yo, la pérdida del contacto con la sociedad, con los amigos y con la familia y sobre todo plantea una gran pregunta ¿quieres observar o ser observado?

NOTA: 3/5
Enlace: https://elmarcapaginasrojo.w..
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macarenamamone
 13 November 2018
Una sorpresa. Entré con precaución a esta historia por las malas reseñas que había leído y tal vez así, sin expectativas, lo disfruté muchísimo más de lo que esperaba.
El argumento me enganchó desde la primera página, los kentukis son unos peluches que, al estilo gran hermano, lo ven todo, y quienes lo poseen nunca saben quién los está mirando, puede ser un vecino como alguien que vive en la otra punta del planeta. Además, me pareció interesante como está estructurada la novela, que cuenta la historia de algunos personajes centrales (Emilia, Alina, Enzo, Marvin y Grigor, creo que no olvido ninguno) y mecha algunas historias más esporádicas que no se vuelven a tocar. Creo que es interesante, más allá de seguir la progresión de tres o cuatro personajes principales, tener esos episodios extras que narran otras experiencias, quizás mas cortas aunque no menos impactantes, con los kentukis.
Me gusta como Schweblin retrata el “boom” de cierta moda que, en un comienzo, todos podemos juzgar de ilógica, pero que aún así se instala y es aceptada por la sociedad, incluso por quienes tenían sus reparos al principio. La manera en la que los kentukis empiezan a aparecer y poco a poco pasan a estar en absolutamente todos lados es muy actual y la autora capta ese fenómeno muy bien.
Otro punto que me gustó es la representación de una sociedad divida entre los que son mirados y los que miran, los que “tienen” (un kentuki) y los que “son” (un kentuki), es interesante pensar por qué y qué implica que algunos elijan ser mirados y otros elijan mirar.
Por último, creo que lo que más me gustó de esta novela es ese tinte de cyber punk que tiene cuando los que “son” kentukis se meten tanto esa vida virtual y paralela que se sienten más kentuki que humanos. La “vida” kentuki empieza a tomar más importancia que la vida humana, tanto que casi podrían vivir sin esa parte humana. Los límites entre ambas “vidas” empiezan a difuminarse.

En fin, para mí, Kentukis es un súper recomendado, tanto el libro como la autora, a quien pienso seguir leyendo.
(Son cuatro estrellas porque esperaba algo más impactante para el final)
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juanferbooks
 27 April 2021
Este libro tiene una historia especial. Hace parte de la lectura conjunta del #reto12autoras.
Si no fuera por esto quizá nunca lo habría comenzado. Pero el reto me hizo comenzarlo y seguir adelante a pesar que al principio no lo entendí.
La primer historia de Robin, Amy y Katia, por supuesto, atrapa, es irresistible. Luego vienen Emilia, Alina, Marvin, me gustaron pero comencé a sentir que las historias quedaban inconclusas y esa sensación de misterio sin resolver no me llenaba, así que el libro me fue aburriendo y muchas veces me dormí leyéndolo. Comencé a creer que todo el libro serían cuentos cortos inconclusos.

Sin embargo, gracias al reto continúe y logré darme cuenta que varias historias seguían más adelante. Así que hice mi propio índice de las historias (al libro le falta este índice que agradeceríamos los lectores) y comencé a leer cada historia saltando por el libro hasta completarlas y leer todas y cada una de ellas. Esta es una de las cosas que me encantan de los grupos de lectura y de las lecturas conjuntas, te obligas a seguir y eso te da la oportunidad de descubrir textos increíbles que quizá hubieras abandonado de otra forma.

Ahora pienso que este libro es una joya, te hace pensar, te enfada, de pone triste, tiene rasgos de ternura, suspenso, horror. Hay una crítica al interior del libro muy interesante para discutir en grupos de lectura o en eventos sobre la tecnología y las redes sociales. Así que finalmente el libro me encantó!!!
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Novela de ciencia ficción, escrita por Richard Matheson, en 1975 se titula: "En algún lugar del _________"

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