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Una Canción Salvaje es la historia de una ciudad dividida. Es una historia de monstruos y pesadillas. Es una historia de mafia y desconfianza, de atrocidades y consecuencias. Pero también es una historia de esperanza. Victoria Schwab es una escritora que me ha sido recomendada en varias ocasiones, sin embargo no se me había presentado la oportunidad hasta que llegó a mis manos este libro. Pero les puedo asegurar que me daré a la tarea de leer todas sus obras porque me ha convertido en creyente de sus palabras. Más allá de la trama —que es increíble —,o de los personajes—que son asombrosos —. Este libro me conquistó con su atmósfera. Sí, ya sé que sueno filosófica pero este libro tiene una ambientación maravillosa. Si lo quiere te sientes calmado, y cuando es necesario ansioso, preocupado o incluso temeroso. Son contados los libros que consiguen un cambio orgánico entre ambos sin hacer abuso de la caracterización para su logro. En Una Canción Salvaje no existe un monstruo malvado que salta cada 5 páginas, sino que los monstruos forman parte de la historia. Y es el conocimiento de su existencia y el peligro tangente detrás de cada página la que lleva la historia en un balance perfecto de suspenso e intriga, acompañado de momentos ligeros y felices. Además que tiene música, sarcasmo, dinámicas familiares muy complejas, dudas morales, dudas existenciales y muchas otras cosas más que me encanta leer en libros y les da el sazón de una buena historia. Devoré este libro. Es más, lo empecé en físico un día antes de irme a FIL Guadalajara y no pude llevarlo conmigo por razones de equipaje, y estaba tan metida en la historia ¡que lo compré en el kindle! Terminé de leerlo allá y aún me doy de topes por el despilfarro. Pero oigan, valió la pena. En este libro tenemos una ciudad dividida en dos. Ambos lados son peligrosos, ambos lados tienen problemas. Y tenemos dos personajes principales. Kate Harker es la hija del hombre que controla a los monstruos en un lado de la ciudad, y es una chica dura que quiere probarse a su padre. Por otro lado, August Flynn es el monstruo hijo del líder del otro lado de la ciudad, un hombre que desea la paz. Cuando conocemos a Kate está en un internado incendiando una capilla porque "el asesinato era el último recurso para que la expulsen". Y August marca cada día sin asesinar a alguien como si se tratase de un alcohólico contando los días sin beber. En este libro nadie es totalmente inocente ni está libre de faltas. Y eso es lo más fascinante. No les voy a mentir, la acción tarda unas cuantas páginas en comenzar, pero cuando lo hace es de forma y en un momento en que ya te interesas por los personajes. Cuando comienza el peligro sientes una conexión con ellos que te hace continuar la lectura y no querer detenerte hasta saber si estarán bien. ¿Debo repetir que lo compre en digital para no tener que dejar de leer? Es un libro adictivo, y como tal yo le di la calificación más alta. Con el alma espero que le den a Los Monstruos de Verity una oportunidad, porque no se arrepentirán. Enlace: http://laspaginasdealex.blog.. |
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