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Al ser una segunda parte, no voy a profundizar en la trama en sí, pero ya adelanto que el cambio tanto en la historia como en los personajes mismos es radical con respecto a Una Canción Salvaje. En este libro, se amplían los horizontes más allá de Verity y conocemos otro lugar: Prosperity, una ciudad donde parece que la oscuridad no es más que eso, sólo oscuridad. Sin embargo, pronto surge un nuevo monstruo, este fue uno de los puntos que más me gustaron de esta historia. Victoria se supera a sí misma: un monstruo con características particulares, siendo una sombra, un vacío que provoca el caos y la violencia en los humanos de la manera más irracional y primitiva. En mi opinión, lo que más destaco es la "imprecisión", lo cual nos genera un desafío como lectores, llevándonos a nosotrxs crear ese monstruo . La madurez y los cambios de los personajes se nota muchísimo, algo que se agradece. Kate fue mi personaje favorito en este libro, siendo esa misma chica ruda y valiente pero humana y sensible al mismo tiempo, entendiendo su lugar en esta historia. August me decepcionó un poco; en el primer libro, brilla y te atrapa. En esta segunda parte, el peso de todo lo sucedido tiene grandes consecuencias en él, por momentos me resultó irritable. ¿Romance? Si y no, con el toque justo de realidad y contextualizado en la trama misma. De monstruos no sólo vive está historia (?) y también tenemos villanos a la altura, o casi. Acá una pequeña contra, ella podría haber tenido mucho más peso o una construcción más sólida como personaje teniendo en cuenta de dónde viene (No doy nombres para no spoilear). Y esto también corre para los demás personajes, como la familia Flynn, me hubiera gustado conocerlos más. El final es muy bueno, aunque previsible desde el primer libro, en mi opinión. Sin embargo, me gustó y aunque me rompió el corazón, me alegro que la autora se haya animado a más. Un libro que disfrute muchísimo, con la originalidad propia de Schwab |
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