El lector

La Historia está llena de atrocidades y siempre debemos de tenerlas presentes. Os diría que olvidarlas es caer de nuevo en ellas pero os mentiría, las recordamos y aún así siguen surgiendo nuevas de las que avergonzarnos ahora y en el futuro.

El Lector ha sido para mí más que una historia una reflexión. El perdón y la condena, qué fácil puede resultar otorgarlos como sociedad y qué difícil puede resultar hacerlo a nivel personal. La inocencia y la culpabilidad, qué diluida e influida por las circunstancias se encuentra la línea que las divide. La conciencia, compañera o verdugo que puede llegar a marcar nuestro sino con firmeza.

Esta novela lucha por que las atrocidades del nazismo no caigan en el olvido, como muchísimos otros títulos con esta ambientación hacen también. Pero sobre todo, nos abre los ojos a la compleja convivencia de los implicados o espectadores con ese pasado. Una perspectiva desde la cual yo no había abordado esta temática hasta ahora y a la que me alegro de haberle abierto mente.