Bibliotecas imaginarias

Escritor y filólogo argentino, Mario Satz, escribe una extraordinaria obra, donde claramente se rinde homenaje a los espacios donde se encuentra la sabiduría y nos seduce a través de la curiosidad.

Me gustan los libros sobre libros, bibliotecas, lecturas … porque son lugares donde la magia se hace realidad, y este nos la facilita. Aunque como el título nos indica, parece que van a ser bibliotecas imaginarias pero dejémonos llevar por ellas y lo vamos a descubrir.

Creo que, respecto a lo de imaginarias no está en referencia a las bibliotecas, porque la mayoría sí existieron, sino a la poderosa imaginación y sus placeres.
¿Se han fijado en la portada? Es también un acierto que sugiere.

Son cuarenta y dos relatos muy breves, capítulos muy cortos e independientes, con una prosa muy cuidada, una excelente narración, relatado con amenidad y lleno de curiosidades que vamos saboreando cuando viajamos por páginas repletas de historias y personajes que tuvieron mucho que ver con el desarrollo y la divulgación de los maravillosos libros.

Empecemos nuestro viaje a través de la historia de las civilizaciones y descubramos lo que nos aporta. A mí mucho, porque es un viaje tan repleto de bellas historias que la mente vuela y se desmarca de la pura cotidianidad.

Los títulos que nombran las historias que los explican son como versos salidos de un poema de ternura conjugada con una belleza que, desde luego, cabe resaltar.
No puedo evitar y dejar de enfatizar y anotar algunos de ellos: El diccionario de las flores. El incendio del templo del saber. El monasterio frente al mar. La casa de la vida, etc.

Vamos a encontrar todo tipo de historias apasionantes sobre libros y bibliotecas de todas las épocas y tradiciones.
Algunas de ellas más conocidas, como la del incendio de la biblioteca de Alejandría, o el hallazgo de los manuscritos del Qumrán, otras, sin embargo, nos hablan de bellas y fantásticas historias como la invención del papel , o sobre los hongos violeta que devoran los libros. o incluso de operaciones de cataratas en la edad media. A mí , particularmente, me ha llamado mucho la atención la que relata sobre la biblioteca secreta de Quevedo.

Pero todas ellas abundan en la pasión por los libros, las diferentes e increíbles bibliotecas de todos los tiempos, en una mezcla de realidad y leyenda que me ha impregnado de consistente hermosura.

Lo breve tiene el encanto de la pausa no pretendida, lo breve sabe dejarnos, cuando la calidad lo alcanza, y en el caso de este libro, lo consigue , un agradable retrogusto que pide más.

La brevedad, es el tiempo comprimido como lo es el aroma de la esencia.
Contiene interesantes historias pautadas, sucintas, aunque poderosas, por el interés que derrama en cada uno de los asuntos del que este libro trata.

Cada una de las historias que viene relatada está como encerrada entre paréntesis, que se abren para llegar a la siguiente. Son puertas que se abren y se cierran con inusitada inteligencia y brevedad.

Hagan este viaje.

Bibliotecas imaginarias (2021) es un ensayo, un pequeño-gran libro de 209 páginas con 42 historias para paladares exquisitos, que conlleva mucha investigación y trata de recrear toda una atmósfera alrededor de los libros y de las bibliotecas, del amor hacia los libros y de su desaparición.

Me gusta mucho esta colección Acantilado , muy esmerada, bien diseñada y editando relatos más bien cortos (poseo varios Zweig).

El autor, un erudito, escribe un texto sobre una biblioteca en un lugar dado, alhajando la escritura con verdaderas nociones históricas y vocabulario de la época, existe una verdadera unidad interna y rebosa una gran cultura.

Es un libro que complementa de cierta manera el ensayo maravilloso de Irene Vallejo El infinito en un junco porque Mario Satz ambienta su libro al interior de bibliotecas a través de la historia y el libro de Vallejo es la historia casi exhaustiva del libro per se.

Los 42 relatos, más bien breves, me deslumbraron. Cito algunos temas : la gran biblioteca de Asurbanipal en Nínive, la biblioteca de papiros de Bubastis en el Antiguo Egipto, la modesta biblioteca blanca de Paterios en Grecia, los hermanos Soncino, impresores en Venecia, un monasterio en las costas irlandesas dónde "en la biblioteca nunca había silencio porque el canto del mar ascendía hasta allí para evocar la profundidad de sus secretos", el ajetreo de los esenios en Jerusalén entre la biblioteca y las cuevas de las inmediaciones, la modesta biblioteca en bambú que recibe al inventor del papel Cai Lun en China, la llegada del conquistador Amr ibn al-As a la biblioteca de Artemidoro, los hongos violetas de los Archivos Vaticanos, etc, etc.

Cada relato es una joyita de erudición con un texto poético por momentos.

A continuación un bello párrafo de Mario Satz : "Quien lee revive a los ausentes, ni la escritura ni la lectura son actos solitarios, en los volúmenes hay ecos de encuentros, destierros y fidelidades".
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