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Si bien es cierto que a mí Satrapi me cautivó con Persepolis, esta vez no me ha gustado tanto esta historia. Será porque las expectativas eran enormes después de su obra magistral, pero este libro me ha parecido breve y poco profundo comparado con ella. No obstante, las ilustraciones son del tipo de Persepolis, y por ello son llamativas. En blanco y negro, Satrapi nos cuenta la vida de un virtuoso músico de Teherán, pero poco profundiza en la vida de sus allegados. Desde muy pronto se muestra el trágico final del protagonista, y desde ahí se van atando cabos para que el lector vaya comprendiendo poco a poco su actitud negativa. Día a día, Nasser Ali se va debilitando, mientras recuerda su vida. Por otro lado, cabe destacar la gran calidad de la tinta y las páginas, lo cual es fabuloso para leer novela gráfica. A veces te puedes encontrar con tomos que tienen fallos de tinta y páginas endebles, pero en este caso el trabajo de la editorial resulta perfecto. Resumiendo, no es que no recomiende la lectura de este cómic, pero tampoco se puede esperar que sea igual de bueno que otras obras de la misma autora. |
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