La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida

Dicen que uno no ama la lectura hasta que encuentra su libro. Podría decir que tengo suerte de sentir todos los libros de Elvira Sastre como míos, al menos, los que he tenido la oportunidad de leer. Fue gracias a ella que descubrí que en realidad amaba la poesía, y es gracias a ella que a día de hoy la sigo amando. de hecho, es la única poetisa que consigue ponerme los pelos de punta con sus escritos, y rezo por seguir teniendo esa sensación de plenitud cada vez que la leo.
Es muy complicado reseñar poemarios, porque se componen de poemas independientes y no conforman una historia, sino, más bien, sensaciones y sentimientos. Por eso es muy difícil transmitir lo que gusta y lo que no gusta de los mismos. La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida me ha hecho sentir comprendida y querida, la autora pone en palabras esos sentimientos que no sabemos expresar. Hay gente que nace para escribir, y en mi opinión, ella lo ha hecho. de los poemas que más me han marcado contenidos en este libro, puedo enumerar varios: Libre, Estrella Fugaz, El tiempo en un reloj de arena, El hueco que te acoge, Rosa y Marie, El vuelo venció al viento y Un oasis. Seguramente alguno se me está pasando, y es que el libro en sí es una joya, sirve de catarsis, para limpiar y sacar todo eso que llevamos dentro, ese peso compartido que cuesta tanto dejar aflorar.

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