Días sin ti

Leí reseñas muy bonitas sobre este libro y estaba deseando descubrir a esta autora, pero no ha sido todo lo que yo esperaba.

Dos historias de amor se alternan para ser contadas, una a través de nuestro protagonista y la otra a través de los recuerdos y enseñanzas que le dejó su abuela Dora. Nos habla de amor y de la pérdida del ser amado, en un caso por culpa de la muerte y en el otro por el fracaso en una relación.

Un amor pasional pero poco sólido, el de Gael, nieto de Dora. Y el de la abuela, un amor de verdad, sincero, auténtico, que perdura en la eternidad. Mucho más bonita la historia de Dora, situada durante el final de la República y la Guerra Civil española, donde el amor les ayudó a soportar los horrores que se estaban viviendo en el país. Bastante insustancial la historia de Gaelito, me dejó fría.

Más interesante que las historias de amor ha sido el contexto en el que ocurre la vida de Dora, una maestra republicana que la obligaron a dejar de enseñar por mostrarse contraria al régimen. Me ha parecido muy triste la forma cómo cuenta el cambio por el que tuvieron que pasar las escuelas y los programas educativos, como se desvanecieron en un momento todas las ilusiones creadas en la vocación de educar a los niños en libertad para pasar a una doctrina militar y religiosa, totalmente controlada. El libro además quiere ser un homenaje a todos los desaparecidos que fueron enterrados en las fosas comunes y la lucha de sus familias por recuperar la memoria histórica.

La prosa, aunque llena de palabras bonitas, me ha parecido muy repetitiva, llena de frases de manual de autoayuda, que sin abusar no me hubiesen desagradado, pero la gran cantidad de consejos sobre el amor y la felicidad llegan a ser cargantes. Cuando los consejos vienen de la mano de Dora suenan mejor, pero cuando nos los repite el protagonista con su corta experiencia y un fracaso a sus espaldas, suenan muy poco creíbles.

Es un libro que se lee bien, que es bonito, pero sin esperar mucho más que pasar un rato entretenido.