Terral

«El consuelo era para los débiles»
 
De esta novela sacaría una serie si fuese productora o guionista, me ha gustado mucho, una trama que no decae, que cuando crees que está todo vendido, entra un personaje nuevo y aviva la historia.
                Me atrapó, una trama muy actual, la inmigración, causas y efectos, es curioso hace unos días leí una historia noruega con el mismo trasfondo, me gusta este hilo que se ofrece y el debate interno que tienen países y ciudadanos. Una novela de luces y sombras. Pero lo que más, los perfiles de los personajes, fascinantes y redondos. Me encanta la magnificencia de nuestra villana, Julie Vertoghen, una mujer vanidosa que intenta cubrir el hedor de sus orígenes humilde con el orgullo y la valoración excesiva de sus méritos y generosidad, hasta que las cosas se tuercen y cae la máscara, porque es difícil mantener un tipo impostado cuando la cosa no es como la programamos. Julie no se puede ocultar, su soberbia la delata, su narcisismo, ese amor desproporcionado hacia sí misma, la señala y la convierte en una mujer odiosa, pero con encanto para mí. Hay una escena que me resultó reveladora, cuando Julie, entre otras muchas, demuestra la hipocresía el sutoengaño de este tipo de personalidades, se cambiaría por Lucrecia, que discurso más interesante y la escena del gym 👏👏👏
                Lucía Gutiérrez, con una hija adolescente, fumadora y alcohólica, ¿por qué bebe? El pensamiento que más me gustó de ella, ¿cómo puede ser ejemplo de su hija? ¿Por qué se siente incapacitada por sus errores en el rol de madre? ¿Cómo ser maestro en nuestros defectos? Con humildad, asumiendo que un día nuestros hijos nos vieron en lo más profundo del pozo, pero supimos salir y pedir perdón, somo humanos pero nunca dejamos de ser padres y nos crecemos cuando nuestros hijos nos necesitan. Muy parecida es la reflexión de otra gran protagonista, Zaida, ¿qué derecho tenía ella a impedir a otros buscar una vida mejor? ¿Qué derecho tenemos nadie a poner barreras y fronteras a todos aquellos que huyen de una muerte segura? Romero, siempre pensamos que los traumas no resueltos, las preguntas sin respuestas que nos atormentas, se terminan ahogando en alcohol o drogas, hay veces que ese chute de dopamina, ese momento de “sentirse bien” se encuentra en la comida, en el dulce. Hambre emocional o alimentación emocional. Son personajes para arañar y sacar jugo, no son vacíos ni de tinta y papel que se mueven rellenando escenas y huecos de la trama. 
Pero hay tantos, Charlie y su amor incondicional a Susi, Fátima y sus últimas palabras a su marido, esa culpa que inhabilita, Jafar y su mujer Lin, el rechazo a vernos desnudos, un trastorno severo de ansiedad…, Ibrahim para mí representa la adolescencia más inocente y sana la ilusión y esperanza, "Para su estupor en Occidente no todo se podía comprar con dinero", Claudia "Solo tengo diecisiete años y ganas de equivocarnos", los hermanos Iberdrola y un largo etcétera.
                Málaga como telón de fondo, el Terral como ese reloj de arena que oprime y asfixia, la cuenta atrás, pero hay algo de nostalgia en el recuerdo de la ciudad, lo que fue a lo que es. Málaga como una ciudad de cartón piedra. También hay que destacar el humor de Sergio, hay muchos puntos donde a pesar del drama tratado, te saca unas cuantas sonrisas y risas. "Sus negocios parecían tener la misma fortaleza que su suelo pélvico". "El imán era un hombre con tanto carrisma que sus despedidas dejaba huerfanos". 
 

En Terral, discurren varios relatos de personajes diferentes que poco a poco la trama hará que converjan para encontrar los lazos de unión. Todos y cada uno de ellos están narrados en tercera persona, lo que permitirá al lector entender aspectos que quizás el protagonista aún no sea capaz de ver. Otra característica de los capítulos es que duran lo mismo que el terral, ese momento del año típico del sur que se caracteriza por las altas temperaturas y una brisa que sopla de la tierra hacia el mar y que le da nombre a la novela.
Terral comienza con un prólogo en el que nos introduce la historia de varios personajes de los que solo conocemos la inicial de su nombre (P, K y H) y cómo se enfrentan al que parece será su destino inmediato. Esto ocurre el 25 de julio de 2018 en Róterdam, unos días antes de llevarnos a Málaga con el resto de los protagonistas. Hay un total de siete capítulos que recorren la primera semana de agosto: un capítulo por día. Comienzan el día 1 y terminan el 7 del mismo año que el prólogo. Dentro de ellos, el
autor los divide por horas, de manera que el capítulo avanza según lo hace el día, dejando una línea temporal continua y estable. Además, se van intercalando las historias de los personajes, mezclando también
escenarios. de tal manera que hay que leer la novela completa para terminar de entender la situación de cada uno de ellos y para llegar a unir todas las historias.
Lucía Gutiérrez, teniente de la Guardia Civil y una de las principales protagonistas, deja claro desde el comienzo su problema con el alcoholismo. Una adición que, además de afectarle a ella, implica a su hija. A pesar de que sabe que lo mejor para ella sería asistir a las reuniones de Alcohólicos Anónimos, es una decisión que no es fácil llevar a cabo. A lo largo de la novela, vemos cómo Lucía va cambiando la visión de su adicción: de negarla y rechazar la ayuda, a darse cuenta de que tiene que poner solución por ella y los que le rodean. Juan, compañero en la terapia de Alcohólicos Anónimos, será el gran apoyo de Lucía y la animará a seguir asistiendo a las reuniones y luchar contra su problema común. Por otra parte, su hija Claudia y el problema en el que esta se ve inmersa serán otros motivos por los que Lucía se dará cuenta de la importancia de abandonar definitivamente el alcohol. Con Málaga como escenario principal, esta historia denuncia el tráfico de drogas, de personas y el racismo que subyace en la inmigración.

No me ha gustado mucho esta novela, aunque se lee bien y la trama me ha parecido interesante, creo que hace honor a este refrán: "El que mucho abarca poco aprieta".

La novela trata demasiados temas, inmigración ilegal, mafias chinas, tráfico de drogas, corrupción y alcoholismo.

Aunque hay una investigación policial, se pierde un poco entre tanta subtrama, la novela no ha llegado a engancharme del todo en ningún momento y no he empatizado con ninguno de sus personajes. Eso sí, el personaje que peor me ha caido ha sido Zaida Slimani.

Es una novela de ritmo constante, sin ningún giro sorprendente. Pensé que igual mejoraba algo con el final, pero no, además de que no me ha gustado nada, quedan cabos sueltos que es una de las cosas que menos me gustan

La novela nos sitúa en una zona fronteriza entre Málaga, Melilla, Algeciras y en algunas ocasiones también nos lleva hasta Bruselas. Su acción transcurre en un agosto y durante una semana terrible de calor y viento de terral. Es cuando se encuentra el cadáver de un magrebí asesinado. Decapitado y en su frente grabada la palabra "traidor" y al lado de un Corán. A todo ello le sumamos un misterioso camión, una mujer, otro segundo cadáver. En un principio la investigación la llevará Lucía Gutiérrez, teniente de la Guardia Civil de Málaga. A lo que todo ello se le unen los propios problemas personales de los personajes.

La novela está dividida en días, según va avanzando y pasando ese terral agobiante. La acción trascurre como si de una película se tratara, el autor va dando saltos de un lugar a otro y de unos personajes a otros sin que por ello se pierda el hilo de lo que va ocurriendo.

El autor se aleja de esa Málaga que solemos ver cuando hacemos turismo y se adentra en sus calles para mostrarnos otros barrios, por así decirlo, los barrios de la parte de atrás, barrios marginados de los que se sabe que están pero de los que nadie quiere hablar.

Terral es una novela policíaca en la que hay un asesinato y una investigación, sin embargo, esta cuestión queda relegada a un lado y el centro de la novela son los sentimientos de los personajes y su complejidad y de lo que le va ocurriendo. Y aunque, claramente, hay un personaje que sobresale más que el resto, que es Lucía Gutiérrez, estamos ante una novela coral en la que todos los personajes aportan. Personajes muy bien definidos y muy reales, llevados a unos límites y a una frontera, en este caso no territorial, sino una frontera entre mantener sus principios morales o no. Ya que es la vida y el destino quien reparte las cartas y las expectativas que éstos tenían sobre la vida cambian por completo, siendo así una novela de contrastes.

Esas expectativas de los personajes sobre lo que esperan de la vida, la cual está llena de adversidades, llena de prejuicios, y de poca autoestima, la cual lleva a refugiarse cada uno de diferentes maneras: alcoholismo, drogas, ansiedad por la comida... para calmar esa percepción que sienten de ellos mismos. Unos personajes con lo que, personalmente, no he empatizado con ninguno, pero con los que sí he mantenido una relación de amor-odio.

Una novela de ritmo constante, en la que los malos no son tan malos ni los buenos tan buenos. de estilo sencillo y estructura rápida pues los capítulos son muy cortos y que en su trasfondo toca temas para la reflexión: alcoholismo, drogas, racismo, inmigración, tráfico de estupefacientes, mafias...
Una novela de corte muy visual como si estuvieras viendo una película. Con una mala malísima, sin escrúpulos y egocéntrica y con toques de humor ácido que relajan esa tensión que viven los personajes en ese ambiente asfixiante en época de terral, y donde este terral acaba siendo un personaje más.

Enlace: http://laventanadelira-lira...

Terral de Sergio Sarria nos traslada a la situación real que viven en Malaga y Melilla, debido a las fronteras y al poder que encierran las numerosas mafias que se dedican al tráfico de drogas y personas.

La trama está escrita desde varios puntos de vista a la vez, para no perder el hilo de la trama y de lo que ocurre en diferentes puntos del país a la misma hora.
Al principio es un poco lío, porque son muchos personajes a la vez, pero poco a poco se va formando la trama de esta novela.

Aparecen dos chicos asesinados, con la palabra infiel escrita en la frente, cuando tenía que llegar un misterioso contenedor a la costa de Malaga. Ambos tenían antecedentes terroristas, pero cuando Lucía, la inspectora a cargo de ambos casos empieza a investigar los hechos, no le cuadra del todo.

Uno novela llena de altibajos, corrupción, terrorismo y tráfico de drogas.
Está bien en general, pero se me hizo un poco larga en ocasiones.