La comedia humana

Un libro bello e inocente como una ilustración de Norman Rockwell. Un libro que hay que leer con el espíritu del Frank Capra de Qué bello es vivir. Un libro del que también hay película.

El libro se compone de capítulos que podrían ser preciosos cuentos en sí mismos. Un libro trágico sobre personajes insatisfechos, pero tratado con una delicada sencillez...

«Éste es mi hijo. Tiene tres años. No está enfermo. Quierre muchas codsas. Yo no sé qué quierre. Nadie sabe lo que quierre. Simplemente quierre. Mirra a Dios y didse: dame esto, dame aquello, pero nunca está satisfecho. Siempre quierre más. Nunca está contento. Y el pobre Dios no tiene nada parra una tristedsa así. Nos lo da todo: el mundo, la luz del sol, la madre, el padre, el hermano, la hermana, los tíos, los primos, la cadsa, la granja, la codsina, la medsa, la cama… El pobre Dios lo da todo, pero nadie está feliz…»

...con el drama de la guerra visto desde el lado de los que se quedan. Pero con la esperanza de que todo puede ser distinto.

«Por el amor de Dios, hijo, ¡no hagas eso! Aunque yo lo haga, tú eres mi hijo y por tanto eres mejor que yo y no tienes que hacerlo. ¡Sé feliz! ¡Sé feliz! Yo soy infeliz, pero tú tienes que ser feliz.»

No es, por tanto, un libro sobre la verdad, sobre toda la verdad, del ser humano, pero hay veces que no es la verdad lo que necesitamos oír, ¿no creen?

Descubrí a William Saroyan a través del escritor mexicano Héctor de Mauleón, "Como nada en el mundo" es el nombre del libro de relatos de Héctor, recibe ese nombre como homenaje a un cuento de William Saroyan (Como un cuchillo, como una flor, como absolutamente nada en el mundo). Creo que sí un escritor puede hacer que sus personajes hablen tan bien de otro escritor, no se puede dejar pasar una oportunidad para conocerlo. "La comedia humana" relata la vida del pueblo de Ithaca en Estados Unidos en la época de la Segunda Guerra Mundial, lejana para sus habitantes pero cercana para sus jóvenes reclutados. La trama se desenvuelve en la peripecias de un grupo de niños y en especial de Homer Macauley, quien comienza a trabajar como mensajero en la oficina de telégrafos, la vida de Homer cambia al convertirse en portador de malas noticias y testigo del sufrimiento de algunos de los habitantes del pueblo.
Muestra la confrontación entre un mundo de inocencia y familiar y otro lleno de dolor y sombras que ayudará a madurar a Homer. Escrita de forma sencilla, emergen la inocencia y la ternura desde la mirada de personajes cargados de humanidad y realismo.