Realmente es una genialidad este hombre, y digo es porque su obra quedará para siempre en el presente. En esta novela de carácter sicológica, plantea el egoísmo del ser humano, que no puede ver a su otro, a la persona que tiene al lado. En una ciudad se comienza a desparramar una epidemia, en donde los personajes comienzan a perder la visión. Lo extraño es que es un contagio, y que no quedan en las tinieblas si no en un ambiente donde todo es una luz blanca. Saramago tiene ese estilo tan personal e inconfundible. Utiliza frases largas separadas por comas y luego lo sigue una mayúscula, al igual que un punto y seguido. Se da el lujo de ponerle nombres a sus personajes, todo lo opuesto a lo que hago yo cuando escribo!! Otra rareza, al menos para mí, la forma de expresar los diálogos entre los personajes. Este libro, en particular, me pareció un poco largo, o a mi me costó terminarlo. He subrayado varios pasajes que seguramente volveré a leer. |