Ni me ha gustado, ni no me ha gustado. Me ha entretenido, sin más. Encontramos satirizados pasajes del Antiguo Testamento, desde Adán y Eva, hasta Noé pasando por Job. El toque de humor me ha gustado mucho, el personaje de Caín y especialmente sus conversaciones con ese Dios tan poco ortodoxo y algo...egocéntrico. Como contra, se me ha hecho pesado en ciertos puntos y eso que no es un libro de una gran extensión, y el estilo de Saramago, en cuanto a escribir del tirón, no es algo que termine de convencerme y muchas veces me hizo perder el hilo de la historia, teniendo que volver a leer las mismas líneas. |