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He tenido mis problemas con este libro. Veamos, al principio me pareció que empezaba un poco flojo, pero sin más. Mi problema empezó cuando en el segundo tercio del libro de repente da un cambio enorme, a peor. Mete una de romanticismo forzado y exagerado que deja en pausa y relegada a un segundo plano la trama principal. de repente nada importa más que ese amorío. Uff. Y no sólo eso, sino que incluso Aelin y Rowan cambian. de repente ella está de vuelta de todo y Rowan parece un niño de 12 años en su primera pubertad. Eso me ponía muy de los nervios. Pero es que también noté que las hazañas de Aelin se desarrollaban sin mayor explicación ni trasfondo, dándome la impresión de que la autora sencillamente se las estaba sacando de la manga para servir al avance de la historia ya que se estaba demorando tanto por culpa de meter ese dramatismo en las relaciones amorosas (que con un capítulo ya habría bastado, pero bueno) Estaba bastante desencantada y ya decidida a no seguir con la saga, cuando por fin entré en el último tercio del libro, o quizá incluso un poco después. La trama vuelve a ser protagonista, los personajes vuelven a ser ellos mismos en su mayoría, la historia se vuelve interesante, y lo mejor, tiene un final muy bueno en mi opinión. Como cosas positivas destaco sobre todo esa última parte del libro y su final, a Lysandra cuyo personaje y arco me gustó mucho, y por supuesto todo el arco de Manon, mi personaje favorito de esta saga, que fue sin duda mi parte favorita del libro y la que lo fue salvando cuando el resto se volvía aburrido y monótono. Así que gracias a Manon, Lysandra y ese final, es posible que siga con la saga, aunque no sé cuando, la verdad. de momento, saga en pausa. |
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