Agua para elefantes

No sabía exactamente qué esperar cuando comencé a leer Agua Para Elefantes y no puedo decir que me haya gustado la novela ahora que la he terminado. Claro, una historia ambientada en la década de 1930 y sobre la vida en un circo suena bastante interesante. Claro, Sara Gruen claramente investigó el tema muy bien y pudo incorporar varias anécdotas de circo en su historia. Pero en mi humilde opinión, ella no logró hacer creíbles a los personajes, y especialmente a los personajes principales Jacob y Marlena. La forma en que describe tanto al joven como al viejo Jacob se siente forzada y antinatural. Ella usa varias escenas de sexo para intentar que Jacob sea más masculino que, en mi opinión, son innecesarias . Porque el problema es que la técnica no funciona y las escenas simplemente se volvieron molestas. El personaje de Marlena se describe con clichés, y no me importó lo que le sucedió en absoluto (a excepción de la parte que incluía violencia innecesaria, tal vez) de hecho, la mayoría de los personajes me parece bastante común y aburrida. Básicamente la historia se trata de Jacob (el chico bueno) que trata de conseguir a la chica (Marlena), que está casada con el chico malo (August). No puede haber algo más cliché que eso.

El otro hecho que me molestó fue la excesiva cantidad de crueldad animal y violencia utilizada para describir la situación en el circo. Aunque entiendo que la historia está ambientada en una era diferente y las cosas eran diferentes en aquel entonces, no puedo dejar de creer que Sara Gruen usó una cantidad excesiva de violencia. Y especialmente cuando se habla de la forma en que August trata a los animales del circo ... En mi opinión, el hecho de que August es cruel se revelería también sin el continuo maltrato de los animales y las personas. La sobredosis de violencia me molestó mucho y no agregó nada a la historia.

¡Hey! ¿Cómo están? Hoy regreso por estos lares con una reseña que viene bastante atrasada; Agua para elefantes, que es un libro que leí junto al #bookstaclubmx y bueno, hace algo así como dos años yo tenía muchas ganas de leerlo porque por todos lados me decían que si era un libro muy bonito, que si la historia les había hecho llorar, que si era de los mejores que habían leído, que si era de sus libros favoritos, etcétera etcétera. El caso es que me lo compré y, si no me equivoco, en Febrero salió seleccionado por sorteo para leerlo y finalmente pude echarle los dos ojos encima.

Lo primero que me quedó claro de este libro es que Jacob no tuvo una historia sencilla. Sinceramente yo me imaginaba que todo iba a estar narrado desde el presente, sin embargo, nada más empezar nos encontramos con que él es ya un anciano, que vive en un asilo, tratando de ocultar su senilidad y rogando cada semana por recibir la visita de alguno de sus hijos (que qué seres más despreciables resultaron ser sus hijos). Así que sí, lo confirmo, es un libro cargadísimo de emociones.

Se nos intercalan mucho las escenas del asilo con las del circo y, si las del asilo son siempre más tranquilas, te llenan de una furia e impotencia increíbles al ver el trato que recibe nuestro protagonista de parte de las enfermeras y de su propia familia pues, aunque él tampoco haga un esfuerzo muy grande por mejorar la situación, se denota que hace falta mucha comprensión de parte de los más jóvenes. Menciono esto primero porque es una de las cosas que más se me quedaron marcadas de la lectura; tenemos que cuidar y procurar a nuestros mayores de la misma manera que ellos lo hicieron con nosotros cuando fuimos más chicos. Es algo que te hace reflexionar mucho y que, en lo personal, se me quedó muy grabado de la lectura, incluso más que la propia trama que es la vida de Jacob en el circo.

Ahora sí, lo que se refiere a la juventud de Jacob tengo dos opiniones. 1) La vida dura que se le presenta en el circo me parece muy bien retratada y bastante bien documentada por parte de la autora. 2) El final de colores de Jacob y Marlena no me termina de convencer. Dejando esto ya dicho, me gustó mucho el retrato de la vida en el circo de todos los personajes, sobre todo la historia de Marlena se me hizo muy cruda y muy realista, y el maltrato que llega a recibir Rosie, a pesar de no serme agradable, me pareció muy fiel a lo que se conoce de los circos (tanto actuales como antiguos), lo que insisto en que no me convenció del todo fue un final tan tan TAN sencillo para Jacob y Marlena, es decir, se acaba el circo, se marchan y sencillamente hayan la forma de mantener a una elefanta, ¿seis caballos? (quizá siete), un chimpancé y a sus hijos.

Por fuera de eso que no me convence del todo, el resto del libro me gustó muchísimo, sobre todo quedé muy feliz con el final de Jacob pues estoy bastante segura de que eso fue lo que de veras lo iba a hacer feliz.
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Empecé esta novela con muchas expectativas, quizá por el hecho de que se hizo una adaptación en el cine. Y siento que no las ha cumplido. Desde luego, el romance entre Marlena y Jacob no lo veo, no sé cuándo surge ni cómo se desarrolla, al igual que el de Jacob y la elefanta. El último 10% de la novela es lo que más interesante me ha resultado. Sí, la autora ha hecho un gran trabajo de documentación, hay que reconocerlo, pero si al lector le sucede como a mí, que desconoce por completo el mundo del circo ambulante en tren... Menuda decepción... Tengo serias dudas de que fuera algo tan sucio, deshonesto y tan carente de encanto. ¿Dónde queda ese "quiero ser artista", el espíritu te lleva a actuar ante cientos de personas para emocionarlos, enamorarlos con tu arte? ¿Acaso el circo no era más que un puñado de rateros, incluso de despojos humanos, subidos en un tren con el único afán de sacar dinero al prójimo y beber? Tal vez mis palabras suenan duras, pero es lo que me ha transmitido la pluma de la autora. Desde luego, si esa era su intención, me quito el sombrero porque lo ha conseguido con creces. Llamadme ingenua, pero me quedo con "El espectáculo más grande del mundo" de Charlton Heston.

Por cierto, me queda la espinita de no saber por qué el Jacob anciano, se enfada tanto con su compañero de asilo y lo llama mentiroso con tanto ahínco cuando este asegura que había trabajado en un circo, llevando agua a los elefantes. Tengo teorías a las que me lleva la lógica, pero me habría gustado que la autora lo aclarara.

Al principio, conocí esta historia gracias a su adaptación cinematográfica (que debo decir, todavía no he visto, porque Pattinson me tira para atrás cosa mala). Sin embargo, aún cuando me dejaron el libro, no sabía exactamente de qué iba.
Es de esas veces que comienzas una lectura a ciegas y te descubres leyendo con ansia e imposibilidad de cerrar la novela.

Jacob Jankowski es nuestro narrador, un anciano polaco de noventa años (o noventa y tres) que vive en una residencia con otros tantos. A intervalos, entre siestas y pensamientos, nos va contando su historia, llena de anécdotas y de un poco de todo.
Nos situamos en los años 30, cuando él no era más que un adolescente a punto de terminar su carrera de veterinario y, de la noche a la mañana, queda huérfano y en la calle, sin casa ni pertenencias, pues se las queda todas el banco. Así que decide subirse –en marcha- al tren del circo, yendo a parar nada más y nada menos que al de El Espectáculo Más Deslumbrante del Mundo de los Hermanos Benzini.
De manera que acaba trabajando como veterinario del prestigioso circo del tirano Tío Al, a las órdenes de August, un mamonazo en toda regla, que no es otro que el jefe de animales… y se enamora de su mujer, Marlena, la dulce domadora de caballos.

Tenemos entonces una historia de amor, celos y venganza de la que no podemos despegarnos.
Narrada de manera muy amena, con diálogos bastante cuidados e intercalando la historia con el tiempo real, nos metemos de cabeza en el mundo del circo de principios del siglo XX. Éstos se desplazaban –y vivían- en trenes, de modo que nuestro Jacob entró en dicho circo de lleno. Se nos muestran las costumbres, la fuerte jerarquía que existe entre el personal y, en cierto modo, la manera de llevarlo todo, desde los viajes de una ciudad a otra, el trato y cuidado de los animales, la preparación de los números, la construcción de las carpas o el despido de los trabajadores, a los que se les daba “luz roja” tirándoles del tren en marcha.

Todos y cada uno de los personajes rezuman carisma, comenzando por la tierna Rosemary, la enfermera que cuida del ya anciano Jacob, pasando por la bella Marlena, el payaso Kinko, al que no cuesta coger cariño, el anciano Camel, por el que es fácil sentir pena y llegando a un August que irremediablemente acabamos por odiar. Y por supuesto, los animales con los que trabajan.

Gruen nos deleita con una historia muy bien documentada, con ciertos datos que se dieron en la realidad y nos explica al final del libro. Consigue que paseemos por esos entresijos del Espectáculo de los Hermanos Benzini y a su vez riamos, nos estremezcamos, nos enfademos y nos emocionemos con una facilidad increíble.
En fin, una delicia.
Enlace: http://locaporincordiar.blog..

La historia gira en torno al joven Jacob y su historia, como se convirtió en parte del circo y conoció a Marlene y Rosie.

El libro está contado en dos ejes temporales, la del joven Jacob y el anciano Jacob.

Conozco el libro por la adaptación que hicieron en el cine, aunque no la tenga vista.

La lectura se me ha hecho amena, convirtiéndose en el primer libro leído en el 2023.

El vocabulario tan delicado que usa y la historia profunda que hay detrás, consiguen que el libro se posicione en una novela llena de matices de tristeza, romance, incertidumbre y sobre todo pasión.

Pasión por seguir adelante, por luchar, por tener esperanza y aprender, pero sobre todo pasión por amar y ser amado, bien seas un joven veterinario, una chica que se marchó de casa joven o una elefanta.

Una bonita novela que me deja un buen sabor de boca.

P.D= Decirme que no soy la única que llora con las partes del Jacob anciano, por favor.