A pesar de ser la primera novela de la saga, después de los dos primeros libros de relatos, la estructura sigue siendo muy parecida. Pocos capítulos y largos, con un hilo conductor, pero que cuentan una historia o momento en particular cada uno y con cambios muy bruscos entre uno y otro. A veces pueden pasar incluso meses o años entre capítulos. He echado en falta más momentos de Geralt, apenas sale en dos o tres capítulos. Y a Ciri, que me atrapó desde la primera vez que leí sobre ella, que también sale en unos pocos capítulos más. Sapkowski se toma su tiempo para mostrarnos más el mundo: los tejemanejes de la política, algún que otro monstruo (sólo uno ahora que lo pienso), y los problemas típicos de Jaskier, un personaje que me aburre bastante. Pero aún así, la forma de escribir del autor, cómo explora los sentimientos de los personajes y construye diálogos tan reales, junto con la magnífica traducción, hace que sea de la mejor fantasía que haya leído. |