La memoria del gorrión

He disfrutado leyendo La memoria del gorrión, porque es una historia donde se mezcla la intriga, espías y suspense en la época de ascenso del fascismo, el golpe de estado en España, la Guerra Civil y la Segunda guerra mundial.
La memoria del gorrión es una narración a tres tiempos y con dos protagonistas. Un oficial de las SS, Spatz y una joven, Nina que descubre su historia en 1999. Todo salpicado con sincronías.
En un primer capítulo Nina nos narra su presente y su pasado, sus recuerdos de la infancia, en la década de los 60. Es a partir de la aparición del zulo del sótano cuando descubrimos las memorias del joven espía alemán que vivió en Barcelona en los años que precedieron a la guerra civil. Ambos diarios surgen como una terapia, Nina para encontrar la causa de su estrés y Spatz para curarse de un estrés ocasionado por una pérdida traumática. A través de los dos memorias conoceremos datos muy interesantes de la historia de España, en los años justos antes de la guerra civil.
De una lectura rápida, un lenguaje sencillo y que engancha desde el primer párrafo. Vemos como el circulo se cierra y todo confluye a ese final. Que aún esperable sorprende.
También me ha parecido que la escritora ha dejado flecos abiertos que podía retomar en otra novela, la figura de Clara, que pasó para dejar a Manuel. No quiero desvelar nada, porque la novela merece la pena disfrutarla y perderse en los rincones de Barcelona, Extremadura, Andalucía. Un aspecto que me ha gustado es como la autora cuenta el odio que sufrieron los vencidos en la Guerra Civil, con unas palabras sencillas, diciendo todo pero sin contar nada. Leyendo sus líneas me encontré en la plaza de toros y Carmen ni menciona el lugar, ni lo que ocurrió allí.

Autor
Carmen Sanz Lastra, vinculada desde su juventud con los movimientos sociales y la cultura alternativa, estuvo dedicada al mundo de la salud como terapeuta, profesora y bloguera, llegando a publicar pequeños manuales de salud natural. Lectora impenitente y aficionada a la historia desde su visión más crítica, vuelve, en plena madurez creativa, a su vocación primera, retomando la escritura. Es esta su primera novela con la que llega a ser finalista del VII Premio Hispania de Novela Histórica.

La historia se divide en diferentes partes, divididas en diferentes capítulos.
En la primera conoceremos mejor a la protagonista. de la segunda en adelante, profundiza en la historia y entramos en materia.
Me ha costado engancharme.
Los capítulos son tan cortos, que cuando me hacía a ellos, ya había terminado para pasar a otro capítulo, que pertenece a otra época. Sí, alterna presente (protagonista femenina) y pasado ( pr. masculino). Eso hacía que me sacase de la lectura varias veces, por lo que me atoraba varias veces. Me hubiese gustado que fuesen más largos o que no estuviesen tan divididos.
El tener esa división de capítulos, creo que es lo que más me ha "molestado". Un capítulo normal y/o feliz, que puede durar media página y el siguiente capítulo, una época gris más seria.
Las partes de Spatz (pasado) me han gustado, ya que tengo debilidad por historias de la II G.M. No se me han hecho pesadas, al conocer ciertos términos, leía sus capítulos de una sentada. Me ha parecido un personaje creíble y más con ese marco y esos personajes históricos que se nombraban. Realmente te metías en esa locura de época.
Con la que no he encajado muy bien al principio es con Nina, nuestra protagonista femenina. Es una mujer entusiasta y que no sabe estarse quieta. al principio me chirriaba un poco su pasado y no conectaba su pasado con su presente. Pero según va avanzando la novela, la vas queriendo. E incluso te tomas sus capítulos como una agradable pausa.


La idea y como ha transcurrido la trama me han gustado. No ha decaído en ningún momento.
El lenguaje utilizado me ha ayudado, llano y sin pretensiones.
Lo que tal vez, al final de cada página podría haber una traducción de alguna palabra catalana que no pueda entender todo el mundo. Como soy de allí, no he tenido ningún problema.
Pero tiquismiquis hay en todas partes...

La temática de este libro me llamó desde un primer momento la atención ya que, a través de sus personajes, se nos cuenta un trozo de la historia y lo hace de una forma amena, sirviendo de excusa el descubrimiento de un zulo en el sótano de la casa de la familia de una de las protagonistas.
Es un libro que continuamente, a través de pequeños capítulos, se traslada del presente al pasado y viceversa. Me suele gustar mucho este tipo de novelas que te cuentan dos momentos distintos de la historia y que se desplazan de unas fechas a otras; pero, si he de poner un pero, los tiempos de cada período eran muy cortos y continuamente ibas de una época a otra y eso me hacía perderme; no llegaba a aterrizar con un personaje en su tiempo histórico cuando ya empezabas con el tiempo actual.
Me gusta que cuando leo, las historias fluyan solas y aquí me ha ocurrido que, estaba un poco en alerta cada vez que se cambiaba de período y de protagonista porque tenía que cambiar el momento de la historia en la que me encontraba.
Pero, dicho esto, la historia de trasfondo me ha gustado así como sus personajes y la narrativa que, al ser para mí una novela histórica no apabulla con datos que aburran sino, todo lo contrario. A través de sus personajes nos permite conocer esa parte de la historia de una forma amena y sencilla, que es de agradecer.
Ya que veo que es la primera novela de esta autora seguro que estaré atenta a próximas publicaciones que espero que haya y pueda disfrutar de las mismas.