 |
De lectura mucho más fácil, aunque a veces llega a hacerse pesada. Es un libro al que le sobran algunas páginas, pobladas por enumeraciones que no acaban de convencerme. Marta Sanz sigue apostando por tratar temas crudos que nos enfrentan a la realidad de la manera más bestia, a pesar de que este mundo farandulero nos quede a muchos muy lejos. El fracaso profesional y personal, la precarización laboral, la muerte en soledad, las (auto)críticas, la enfermedad psíquica, el suicidio, la hipocresía, las apariencias, la vida pública, las relaciones personales y conyugales... Y nos enfrenta también a un retrato del mundo que nos revela la audacia crítica de la autora: la televisión, los perfiles de ciertos personajes públicos, etc. Asimismo, deja un espacio en la obra que nos hace pensar que habla desde la propia conciencia y la autorreflexión sobre el ejercicio de escritura y la máscara. |
>
