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“… ¿Por qué no me odias? Lo que hice no tiene perdón. Por eso -respondió Julia-. Precisamente por eso.” . Este es el magnífico final de esta novela que fue premio Nadal 2017. Según se va leyendo se va vislumbrando un final un tanto “oscuro”, como la historia en sí que comienza en un colegio de monjas donde 5 adolescentes juegan a algo muy típico de niñas y de la época, al juego “acción o verdad”. Sin embargo, ya lo empiezan sabiendo que esa vez no será como otras veces, pero lo que no saben son las consecuencia que esa vez traerá. Será la última vez que jueguen, y se vean hasta 30 años después, cuando una de ellas envía una invitación al resto para cenar una noche y volver a verse y saber qué ha sido de cada una de ellas. . Mientras por separado están yendo hacia la cita, se va conociendo cómo ha transcurrido su vida desde ese último juego, hasta que va llegando el final y se descubre qué es lo que realmente ocurrió 30 años antes hasta llegar a las dos frases finales del libro. . Es una historia “gris” en sí (la portada del libro le hace plena justicia). Después del suceso la vida de las protagonistas también transcurre de alguna forma “gris”, incluso la noche de la propia cita de la cena está lloviendo a raudales en Barcelona. Se entremezcla el ambiente de los internados, el paso del tiempo, la culpa, ¿el perdón? . “¿Por qué no me odias? Lo que hice no tiene perdón. Por eso -respondió Julia-. Precisamente por eso.” |
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