Cómo ya lo hizo con anterioridad con la lectura de Diamante Azul, Care Santos ha vuelto a enamorarme de una fascinante intriga familiar, con un ritmo trepidante que no me ha permitido dejar de leer. Aunque en algún capítulo aislado, el ritmo se hace más lento por la abundancia de detalles históricos, esta novela me ha parecido fresca y rápida de leer. Una delicia para los sentidos. Cuatro cafelazos y un croissant le doy como valoración. Enlace: http://tomateuncafeconsara.b.. |