El secreto de los dogón: Las aventuras de Txano y Óscar

Ya os he hablado de estos simpáticos mellizos llamados Txano y Óscar, de sus padres Bárbara y Alex, de su hermana pequeña Sara-Li, de su perro Maxi, de su ardilla Flash y de sus amigos Raúl y Sonia. Y también de los extraños poderes que la piedra verde de la primera entrega les dio. Y de lo traviesos que son.

En esta ocasión van a vivir una buena aventura en el continente africano.

Su padre tiene la idea de donar uno de los diamantes que recibieron por la ayuda ofrecida en "El dragón de jade" a una ONG con proyectos en África. En la ONG conocen a un niño de Mali cuyo abuelo es el hogón (una especie de brujo) del pueblo. El niño les cuenta una leyenda que se ha transmitido a través de los hogones de generación en generación. La leyenda de unos seres que vinieron de Sirio y que convivieron con los habitantes del poblado. Cuando tuvieron que irse de la Tierra, uno de esos seres se quedó en la Tierra porque se había enamorado. Cuando a la pareja le llegó la hora, se retiraron a una cueva. Se han perdido los datos de situación de la cueva pero, obviamente, Txano y Óscar deciden que quieren ir a Mali a buscarla. Y, aunque parezca increíble, consiguen conocer a sus padres de pasar allí sus vacaciones de verano. En Mali les espera una fantástica aventura.

Como en los tres anteriores libros, Txano y Oscar van a vivir una fantástica aventura en la que no faltará un viaje, un misterio y un malvado. Julio Santos, el autor, consigue siempre unas novelas en las que pasan muchas cosas y que no dan un respiro a los niños. Con un punto de humor, un mucho de aventuras, un toque de misterio y, en este caso, un toque de fantasía y de mito, son novelas muy fáciles de leer y muy entretenidas. Novelas en las que se ensalza la familia y la amistad pero también otros valores como el amor a los animales, la ayuda al prójimo, la cooperación y la ayuda.

Los personajes que pueblan estos libros son niños como los propios lectores: curiosos, movidos, traviesos. Sus familias y sus amigos también lo son. Algunas de las cosas que les pasan también pero, obviamente, hay otras situaciones que difícilmente van a vivir nuestros peques pero que les van a mantener absortos en la lectura (como lo de los hombres llegados de Sirio)

Si la historia de Julio Santos es bonita, las ilustraciones de Patricia Pérez no le van a la zaga. Son muy expresivas, detallistas y coloridas y acompañan perfectamente al texto.

Ya sabéis que esta es una colección que en casa gusta mucho. Mi hija tiene ocho años y yo creo que son perfectos para esa edad. Se leen sin complicaciones, están llenos de buenos valores y siempre dan pie para, si queremos, ampliar información y así poder aprender aún más cosas.

Todos los libros están disponibles en papel y en digital (el primero lo podéis descargar gratuitamente en la página web de la colección). Podéis encontralos en castellano, euskera, inglés y catalán
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