Kitamoko. El dinosaurio que quería ser un dragón

Este libro – cuento infantil nos trae una valiosa enseñanza, “Es mucho mejor ser uno mismo porque cada persona es única”.
El cuento trata de un dinosaurio, Kitamoko, que le gustaría ser un dragón como sus personajes favoritos de los cuentos que le cuenta su abuelo. Por ello su madre le hace un disfraz de este animal con el que siempre va vestido hasta que se le rompe, y entonces Kitamoko se entristece tanto que no quiere volver a relacionarse con ninguno de sus amigos. Hasta que nuestro protagonista se aventura a pedir opinión a los demás habitantes de su ciudad sobre cómo encontrar a un dragón, es entonces cuando un anciano le aconseja la enseñanza principal de la obra y que puede leerse al principio de esta reseña.
A ella llegará el niño tras leer los consejos que le ofrecen a Kitamoko los demás personajes que aparecen en la historia, especialmente los mayores pues estos poseen más experiencia y por ende más sabiduría. Aunque el cuento está recomendado para menores de aproximadamente cuatro o cinco años, también puede ser leído por otros mayores. Incluso recomiendo que los adultos nos paremos unos minutos a leer y analizar esta obra para que viéramos el valor que tiene la confianza en uno mismo, y así no tendríamos que andar buscando la felicidad en cambios estéticos o tratando de copiar a ciertos personajes famosos para creer que pertenecemos a un grupo ya que nuestra propia individualidad es lo que hace que el grupo sea más rico culturalmente y diverso.
Otra enseñanza secundaria que se obtiene de su lectura es que se debe fomentar la imaginación de los infantes en esa temprana edad en que ya son capaces de entender los cuentos de hadas, y/u otros cuentos infantiles. de esta manera se potenciará, o al menos se intenta, su creatividad, lo que le proporcionará horas de juego sin fin.
Igualmente se debe tratar que socialice con los demás niños y niñas, sea cual sea sus condicionantes sociales, pues hará que crezca sin los prejuicios preconcebidos que los adultos solemos imponerles sin darnos cuenta.
Además este cuento también contiene varios pasatiempos para estimular el intelecto de los niños y niñas que lo lean.

Hoy os traigo la reseña de Kitamoko, el dinosaurio que quería ser un dragón, un libro de literatura infantil en el que un dinosaurio sueña con convertirse en un dragón. Su abuelo cada noche le cuenta una historia sobre princesas y dragones, y a Kitamoko le encantaría poder volar y echar fuego por la boca. Por eso se disfraza siempre con su traje de dragón para simular que es uno, pero un día se rompe y ya nada es igual. La ilusión se ha perdido y va en busca en alguien de quién le puede ayudar, hasta que alguien le recomienda ser él mismo y que utilice su imaginación.

Es una historia que para un adulto poco más puede ofrecer, sin embargo a un niño, desde una perspectiva pedagógica le está ofreciendo varias posibilidades. La primera lección, y la que considero más importante, es que cada persona tiene que ser ella misma y no intentar copiarse de otros. Somos únicos y deberíamos apreciarlo, podemos soñar y en futuro puede que consigamos nuestros objetivos, pero siempre siendo nosotros mismos. Por otro lado, también enseña la importancia de la imaginación y que podemos soñar y montarnos nuestros propios cuentos en la mente, podemos jugar, amoldarlos, cambiar la historia o empezarla de nuevo siempre que queramos, y de esta forma no nos aburriremos nunca.

Me ha gustado mucho las ideas y enseñanzas que plasma este cuento, por lo que es perfecto para niños de corta edad que están construyendo su personalidad. Además, también contiene un apéndice didáctico donde los niños pueden hacer sopas de letras, unir, dibujar y pintar. Así los padres pueden ver si han prestado atención a la historia y si han aprendido de ella.

Yo con estas historias aprendo un montón y consigo ver los cuentos desde otra perspectiva, y si a tu hija/o le gustan los dinosaurios o los dragones, Kitamoko será su mejor amigo.
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“Kitamoko, el dinosaurio que quería ser un dragón” es un estupendo cuento para los más pequeños de la casa. Se trata de una propuesta valiente en un momento en el que la literatura para el público infantil parece, en ocasiones, más dirigida al deleite estético de los padres que el de los propios niños. “Kitamoko” huye de alardes estéticos o de formato innecesarios. Con un lenguaje claro y accesible se nos cuenta la historia del pequeño triceratops Kitamoko, que se siente triste cuando se da cuenta de que no puede ser un dragón. A través de una historia sencilla los autores transmiten un mensaje de respeto a la propia identidad así como toda una defensa de la imaginación como el arma más valiosa para enfrentar el mundo. Si la historia y su lenguaje, cuidado pero coloquial y cercano, harán las delicias de los peques; tampoco se quedan atrás las ilustraciones. de líneas sencillas y colores potentes, con los matices tonale justos y necesarios, las representaciones gráficas de personajes y escenarios se expresan en un código muy cercano al infantil, con formas reconocibles y dinosarios con expresiones fáciles cuasihumanas, fáciles de interpretar para los pequeños que aun no pueden leer por si mismos. Además de todo ello, las páginas finales del libro incorporan una serie de actividades complementarias (sopas de letras, juegos de asociación de imágenes, dibujos para colorear, etc.) que prolongan las horas de entretenimiento alrededor de nuestro amigo el triceratops. Desde luego, estamos ante una propuesta muy recomendable para las etapas de acercamiento e iniciación a la lectura.