La historia sucede en un pequeño pueblo del País Vasco, Alex despierta en una nave abandonada junto al cadáver de un hombre que no conoce. Una piedra manchada de sangre a su lado. Cuando huye, decide tratar de reconstruir los hechos. Sin embargo tiene un problema: apenas tiene recuerdos de lo ocurrido en las últimas cuarenta y ocho horas. Y lo que sabe, es mejor no contárselo a nadie. Hay novelas imposibles de abandonar una vez leídas las primeras páginas... Y esto es lo que me ha pasado con este libro. Qué enganche que tiene hasta el final.... Un thriller psicológico que te engaña hasta la última página |