Tengo que reconocer que empecé la lectura de este libro con muchas ganas porque me encanta cómo escribe el autor, pero me ha resultado bastante repetitivo y a mi personalmente no me ha aportado tanto como Nada es tan terrible o Las gafas de la felicidad. de todas formas, estos libros son para tener de fondo de mesilla, para echar mano de ellos en cualquier momento. Siempre está bien conocer de la mano de expertos que herramientas tenemos para mejorar conducta y conseguir sentirnos bien
|