El arte de no amargarse la vida

La vergüenza es un problema mayor de lo que imaginamos. ¡Por culpa de ella, perdemos tantas oportunidades de disfrutar de la vida! Por vergüenza, dejamos de conocer a personas maravillosas...

El bienestar lo llevamos nosotros dentro.

Hay que ocuparse y no preocuparse.

Suspender tres asignaturas no puede ser nunca calificado de terrible comparado con sufrir una enfermedad grave, perder a un ser querido, estar en medio de una guerra...

Las emociones que sentimos son siempre producto de nuestros pensamientos.

La vida es para disfrutarla: amar, aprender, descubrir...

A la gente que está mal en estos momentos por un problema de salud, le diría que la enfermedad forma parte de la vida, la muerte, también. Y que con la enfermedad se pueden hacer cosas maravillosas: eso sí, si tú mente te lo permite, si tus pensamientos son los correctos.

APRENDI QUE CON UNA ENFERMEDAD SE PUEDE SER FELIZ.

Las neuras, los miedos irracionales, las obsesiones, están en la cabeza y hay que combatirlos allí.

Los nuevos asertivos se vuelven agresivos.
La psicología cognitiva no cree en la reclamación sino en la amigable declaración de que existe otra manera de hacer las cosas.