Las sombras del sótano

Tania Santana nos trae un thriller con altas dosis de intriga psicológica. Desde un comienzo te atrapa por usar una prosa sencilla, pero a la vez absorbente que te sumerge de lleno en la novela.
Bien, ahora entrando totalmente en la trama de la obra, nos encontramos con que gira alrededor de un psicópata por un lado, y por otro en torno a una familia de clase media que sufre la desaparición de su hijo de once años.
Entrando en el tema de la personalidad del psicópata, válido en general para cualquier criminal, nos podemos plantear unas preguntas básicas: el psicópata nace o se hace. Y otra es si tienen los genes y la Sociedad que ver en la condición que desarrollan los psicópatas. Por un lado, en la novela nos lleva por el camino que indica que nace con ciertas inclinaciones, aunque también podemos observar que son los condicionantes sociales y familiares los que terminan moldeando la personalidad del individuo, puesto que genéticamente o psicológicamente puede venir predeterminada a serlo. A lo largo de los capítulos iremos viendo como en un diario que escribía desde hacía varios años detalla sus inclinaciones, extrapolando esto a la realidad se puede comparar con esas personas que esconden una doble vida y cuando aparece su verdadero “Yo”, ya es tarde para que puedan responder a su personalidad criminal.
Situándonos ahora en el lado de la familia protagonista, vemos que, como en casi cualquier familia donde los padres atraviesan una crisis de pareja, los hijos sufren una sobreprotección por parte de alguno de los padres debido a los problemas conyugales. Y se nos hace ver que cuando en una relación uno de los dos esposos es más egoísta, y hasta cierto punto controlador, la otra parte termina estallando en el momento en que llegan a una situación límite como puede ser el secuestro o desaparición de un hijo, tal cual ocurre en la novela, o por cualquier enfermedad grave, etc.
Después de iluminar los temas principales que atañen a los protagonistas, tenemos uno que aparece oculto pero si se lee con atención salta a primera línea. Este es la crítica, o más bien la alabanza que hace la autora hacía la solidaridad existente en los pueblos ante cualquier evento triste que altere su rutina, en contraposición con el exceso de egoísmo que se tiene en las ciudades donde cada persona solo está interesada en su propia vida y a menudo no conoce ni a sus propios vecinos.
También nos trae el tema de las convenciones sociales ante determinadas cuestiones, como puede ser una muerte, donde se supone que no puedes mostrar un atisbo de alegría porque estás pasando un trance demasiado triste.
Y además, está la complicación que trae encontrar el amor en una persona que no puede darse por completo debido a complicaciones laborales y conflicto de intereses.
Luego podemos añadir a este tema del amor el fraternal, clavando las relaciones entre hermanos/as que generalmente están siempre discutiendo, pero no pueden vivir sin estar cerca el uno del otro. Aunque el mayor de todos es el que siente una madre por cualquier de sus criaturas, ese que hace que diera su vida por sus hijos sin ningún género de dudas. Sin embargo tenemos el ejemplo contrario, donde uno de la pareja hace creer o cree que siente tal amor por su compañero/a de vida que le lleva a tener un comportamiento que roza, si no sobrepasa, la violencia psicológica e incluso física. Este tipo de amor es del que tiene que zafarse cualquier persona aunque crea que es la más maravillosa muestra de cariño que pueden mostrarte. Y en esta novela, Tania, la autora, nos previene contra esta situación de una manera clara y muy bien ejemplarizada.
Por último, únicamente me queda recomendar su lectura para todos aquellos que quieran pasar un buen rato de lectura.
Personalmente me ha parecido bastante bueno y de una lectura tan cautivadora que no he podido dejar un solo instante sus páginas hasta terminarla.

El peligro de la Navidad
La familia de Eliza ha decidido concederse unas vacaciones para toda la familia. Pasarán la Navidad en un pueblo pequeño pero acogedor donde podrán disfrutar de la naturaleza, momentos en familia y evitar el ajetreo de la ciudad. Es verdad que Eliza no está muy emocionada con ello, pero al final el sitio no está tan mal. Sin embargo, pronto se arrepentirá, ya que el bosque de este pueblo alberga horrores que Eliza descubrirá muy pronto.
Como ya sabréis los que me leéis con cierta frecuencia, no me gusta nada la ambientación navideña y es que trae estos disgustos. Ahora sí, más allá del chiste, nos encontramos ante una novela de intriga con ciertos toques de contenido explicito. En ella seguimos la pista de la familia Baker a través de la perspectiva de su hija mayor Eliza.
Una serie de hechos de los que es testigo serán los que nos guíen en la búsqueda de un posible criminal dentro de esta localidad. Sin embargo, poco a poco las cosas se complican, ya que lo que sucede y rencillas internas empezarán a afectar a la familia de manera profunda.
Aquel en cursiva
De manera paralela a la acción principal, y a nivel de publicación en capítulos alternos, encontraremos la historia de una persona que nos confiesa su pasión por la ingesta de carne humana.
Esta comienza unos años antes de la actualidad de la familia Baker y se nos presenta como un diario personal en el cual, aparte de los hechos, podremos encontrar las reflexiones, dificultades, cuestionamientos que dicha persona produce ante este hecho. Son capítulos donde el lector se acerca mucho a lo que hace este personaje, ya que la autora ha decidido no omitir ningún detalle. No obstante, no debemos asustarnos, creo, por la explicitud, ya que la autora lo ha narrado de tal manera que por lo menos a mí no me ha escandalizado (y soy un poquito delicada en esto).
Contradicciones en mi ser
Reconozco que la historia me ha tenido enganchada porque quería ver a dónde iba a parar todo esto. Y, la verdad, es que absorbe porque los capítulos son muy cortos y eso da una agilidad a la lectura bastante importante. Además, como va intercalando ambas historias, no nos agotamos en ninguna de las dos tramas. (En mi caso la que más me ha estado costando ha sido la de Eliza).
Por otra parte, la trama, en general, ha sido muy interesante, porque la autora ha conseguido dar los toques de tensión y misterio necesarios para que el lector estuviera interesado en lo que iba a pasar después. Los cortes entre una y otra estaban muy bien tomados porque dejaban con ganas de más pero no frustraban.
Sin embargo, reconozco que la protagonista, Eliza, me ha desesperado mucho.
Con este personaje ha sido con el que he notado los posibles fallos o pegas que le saco yo al libro. Me da rabia, porque si pienso en global la obra me ha gustado y os la recomiendo, pero si entro en detalle, en lo que he ido sintiendo en la lectura, Eliza ha sido un poco regulera: reacciones que tienen un punto de exageración que no cuadra con el tono de la historia; un instalove que no termino de comprender (dos si me apuras)… Y más allá de ella, caracterizaciones que no me convencían (como Luke, demasiado infantil para su edad, por ejemplo).
Intriga y misterio
Pero como digo más arriba, en conjunto me gusta la obra, me ha enganchado y desde luego he seguido hasta el final sin pausas. No obstante, la otra cosa que menos me ha gustado, aunque cabe decir que esto es completamente personal, ha sido el juego al despiste sobre el autor del diario. Siento que algunas escenas no estaban bien encajadas, pero que aparecía porque eran necesarias para seguir despistando al lector.
En mi caso, he pillado pronto quién era y me ha parecido muy interesante todo, aún sabiéndolo, por ver cómo era posible. Sin embargo, es cierto que cuando la novela forzaba los otros objetivos no me convencía para nada.
Entonces, ¿qué?
Pues entonces, es una obra que os recomiendo porque impacta y engancha mucho. Creo que la historia está bien montada y que las cosas, en cuanto a trama, que no me han gustado son cosas en las que yo puedo ser muy tiquismiquis, pero que a otro pueden encantar.
En cuanto al estilo, creo que la autora sabe utilizar muy bien los diferentes tonos y sabes describir muy bien todas las imágenes y de lo único que puedo quejarme es de esas incongruencias en algunos personajes. Reconozco que la protagonista no me ha gustado mucho, pero, por el contrario, la madre de la protagonista me parece un personaje redondo y completo. Os recomiendo la obra, dudo que os arrepintáis de leerla; así que, espero que la disfrutéis.

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Hacía mucho tiempo que no leía una historia escrita por un autor novel. Quizás por la tremenda cantidad de obras que suelen abarrotar el mercado sin pasar por un mínimo filtro editorial o porque a uno se le acumulan historias que uno ansía devorar por encima de sus posibilidades. La sencillez de publicación que existe hoy en día, unida a las malas artes de empresas que se aprovechan de la ilusión de los autores que sueñan con ver su obra impresa, lleva a que entres a este tipo de historias con una necesaria cautela, dejando pasar novelas que merecen un poco de atención.
Por eso me sorprendió encontrarme con un libro tan arriesgado como es el debut de Tania Santana en Las sombras del Sótano. de entrada la sinopsis que presentaba hizo que se me desbordara la curiosidad. No dejaba de narrar dos historias entrelazadas en las que un pasado turbio y oscuro se iba a cruzar con los hechos contados en el tiempo presente. Sin embargo, una de esas tramas giraba en torno a un personaje cuyo gusto por la carne humana le llevaba a contar sus experiencias a través de un diario y eso, como es evidente, captó mi atención.
Y, la verdad, es que Tania consigue ensamblar una historia en la que tanto pasado como presente se van alternando con una naturalidad inusual para ser la primera obra de la escritora. Los acontecimientos que van transcurriendo a lo largo de la novela generan esa curiosidad necesaria para seguir adelante en un thriller de estas características y, sobre todo, consigue que mantengas esa curiosidad por conocer lo que está ocurriendo en todo momento hasta que se desvelan sus sorpresas.
Sin embargo, no todo es bueno. Se nota que la autora mima a sus personajes, tiene claro lo que quiere hacer con ellos y, encima, es capaz de ponerlos en situaciones límite que estremecerán a más de uno. Pero no terminan de mantener la credibilidad necesaria para que te desgarren por dentro cuando deberían hacerlo. Por otro lado, la evolución de los mismos es pobre y no terminas de empatizar con ellos, por lo que el impacto ante los acontecimientos que les sucede es mucho menor.
Además hay ciertas tramas que no terminan de funcionar y parece que fueron introducidas para respetar ciertas normas convencionales, tratando de contentar a todo tipo de lectores que necesitan algo de alivio a las situaciones grotescas que están leyendo. Eso no tiene por que ser malo, pero resulta molesto que, ante ciertos momentos cargados de dramatismo, esté uno pendiente de otros menesteres innecesarios que solo ralentizan la acción.
Eso lastra un resultado ante una novela que pone toda la carne, nunca mejor dicho, sobre el papel para que el lector pase un rato entretenido, lleno de giros de trama sorprendentes y, sobre todo, muy arriesgados. El tipo de novela perfecta para pasar un buen rato tratando de armar un puzzle cuyas piezas funcionan.
No es la novela que arrasará en el mercado ni tampoco lo pretende, pero es una propuesta fresca de una autora honesta a la que habrá que seguir la pista tras ver como trata a sus personajes. Un entretenimiento lleno de secretos que disfrutarán los que se quieran acercar al género sin que salgan traumatizados.

¿Ha quien no le gustaría pasar las vacaciones de navidad en un apartado pueblo rodeado de bosques y naturaleza? Supongo que a una gran parte nos apetecería pero, ¿y si a la ecuación de familia, y vacaciones navideñas le añadimos un asesino caníbal? Pues a eso y mucho mas es lo que se enfrentaran la familia Baker. Nunca unas vacaciones fueron tan inquietantes.
La historia inicia presentándonos poco a poco a dicha familia así como sus mas y sus menos en lo que respecta la relación entre ellos, empezando por nuestra protagonista y hija mayor Elizabeth, una chica entusiasta de la naturaleza y con un carácter bastante fuerte, (aunque suerte tendrá de esto último, creedme), a su hermano pequeño, Luke un niño algo mimado pero a la vez muy tierno e inteligente, a la madre, Gillian esposa casi perfecta pero a la misma vez una mujer agotada por el mismo rol que le tocado cargar en la familia. Y como no al padre, Robert, un hombre bastante intransigente, machista y posesivo, además de manipulador. Sí, toda una joya el hombre. Los cuatro trataran de adaptarse a su temporal nueva vida y al ritmo del pueblo en donde nada extraño suele suceder, nada, hasta que Elizabeth empezara a encontrarse con escenarios bastante grotescos yendo por el bosque y los alrededores, con lo que la policía del pueblo se vera forzada a desarrollar una investigación seria y exhaustiva de lo sucedido. A medida que se suceden los acontecimientos la familia de nuestra protagonista tendrá que sacar fuerzas de donde sea para confiar en su unión y no desmoronarse.
Tengo que empezar diciendo que esta es una de esas novelas que se dejan leer muy bien, ayudándote como lector a engancharte desde un inicio y adentrarte de lleno en la trama, amando ciertos personajes y odiando a otros, lo que significa en este caso que la autora a sabido construirlos de la forma correcta. Otro punto a su favor ha sido el utilizar el método de las páginas del diario para intercalarlas con el presente en donde sucede todo hasta llegar al punto álgido, en donde se descubre toda la verdad. Y creedme cuando os digo que me sorprendió que yo misma dudara en mas de una ocasión de la identidad del caníbal, lo que bajo mi punto de vista demuestra que se ha sabido llevar muy bien el conflicto y el desarrollo de la historia. La verdad es que en general la lectura me ha tenido enganchada, pero a sido sobre todo casi a la mitad y en adelante, cuando literalmente no he podido dejar de leer.
En cuanto el final tengo que decir que me ha gustado, pero a la vez no, porque no me satisface del todo no saber o mejor dicho ver ciertos detalles. Para mi y teniendo en cuenta todo lo sucedido, me parece hasta un final un poco injusto. En fin, tendréis que leerlo si queréis saber a que me refiero exactamente.

Las sombras del sótano es un thriller atrapante en ocasiones incluso algo angustioso y sangriento, en donde nada es lo parece y todo puede suceder.
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Esta es la historia de una familia que va a pasar las Navidades en un pueblecito inglés pero nada sale como estaba previsto y lo que iba a ser una festividad entrañable se convierte en una auténtica pesadilla. A su vez, mientras se nos presentan los acontecimientos que le suceden a la familia, vamos conociendo a un personaje oscuro y macabro que relata a modo de diario su afición por la carne humana.

He de señalar que la parte del diario me ha recordado un poco a la de la novela “el cuarto mono” por su forma tan explícita de relatar los hechos y recrearse en algunos detalles. Sin duda, esta parte no es apta para estómagos sensibles.

En cuanto a la trama de la familia, ha mantenido mi interés en todo momento, aunque es cierto que en ocasiones algunos comportamientos de determinados personajes me parecieron inverosímiles, predecibles y algo básicos.

Los capítulos son cortos lo que facilita mucho la lectura, además la autora va al grano por lo que la historia transcurre con fluidez. Por momentos esto conduce a la sensación de una falta de profundidad en instantes en los que quizá era necesaria. No obstante, prefiero siempre las historias amenas que una excesiva descripción de las situaciones que al final te hagan perder el hilo.

Hay cosas que sí podrían perfeccionarse, pero teniendo en cuenta que es la primera novela de la autora me parece que plantea una propuesta original y que consigue atrapar al lector. Repito que hay escenas bastante grotescas, por lo que creo que principalmente está dirigido a personas que suelen leer este género.

En definitiva, les invito a darle una oportunidad a esta historia y a su autora, nunca me cansaré de repetir lo difícil que deben tenerlo los autores/as noveles para hacerse un hueco.