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La Promesa de Helena, el primer libro de la serie Paradise Lake. Este libro contiene dos hermosas, complejas y conmovedoras historias de amor, protagonizadas por la misma joven. Sin duda alguna, es un emotivo libro que lees con los sentimientos a flor de piel y el corazón hecho un puño; un triángulo amoroso inesperado e insondable, en el que resulta difícil escoger algún bando. Helena conoce el amor, lo ha vivido muchos años a manos de su mejor amigo, un amor intenso, enérgico y voluntarioso. Josh Sackler ha significado mucho para Helena Jones, desde ese día que intervino en clase de literatura universal para salvarla de la atención del Señor Foster. Él ha significado una constante en su vida; ha sido su compañero, su conquistador, su amigo, su apoyo... Y su gran amor. Pero la existencia tal y como la conocía se acabó, y ahora intenta comenzar desde ceros, tiene todas sus esperanzas puestas en un remoto paraje de Texas; pero para continuar con su historia, debe hacer una parada en Paradise Lake y cumplir una promesa. El problema es que entre ella y su objetivo se interpone un amargado y antipático vaquero con complejo de Clint Eastwood de pacotilla… Blake no soporta a las chicas de ciudad con ínfulas de princesitas rubias, ése es uno de los motivos para tratar a Helena de la forma que lo hace cada vez que la ve; pero no el principal. Él es un hombre que lo tiene todo bajo control o al menos hasta que la conoce, porque la atracción que parece surgir entre ellos lo descoloca y confunde; pero también lo irrita e incómoda en partes iguales. Un vaquero huraño y reservado que se escuda en el trabajo duro y el diario vivir del rancho, para ahuyentar a las personas de su vida. Pero no sospecha que hay más motivos que lo une a ella, que solo un interés; el vínculo entre Helena y Blake es más complicado de lo que desean. |
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