El jardín de los sospechosos

En esta breve novela tenemos todos los ingredientes para encontrarnos con una gran novela negra ¡de esas que tanto me gustan a mi!



Martín Guidú es un conocido fotógrafo de celebrities. Como su hermano está en el hospital, deberá ser él el que vaya a la sesión de profesiones de padres en el elitista colegio de su sobrino. Martín va a hablarles de fotografía.



Una vez en la escuela, y tras finalizar la hora del recreo, se dan cuenta que falta una niña, Alicia, que desgraciadamente aparecerá poco después asesinada en extrañas circunstancia. Eso, unido a la noticia del fallecimiento de su hermano, sumirá a Martín en una extraña situación.



Hoy, va a ser un día que no olvidará jamás ya que la vida la cambiará en muchos sentidos: perderá a su hermano y deberá ayudar a la policía a resolver el terrible crimen de Alicia. Acostumbrado a mirar la vida a través del objetivo de su cámara fotográfica tendrá que enfrentarse la muerte en dos de sus facetas más duras:la terrible enfermedad y el asesinato.











Pero no lo hará solo, estará acompañado de la delicada profesora Natalia Holden y del enigmático y atractivo inspector de policía Lorenzo Barriuso. Y como no, también nosotros les acompañaremos y formaremos parte de este curioso trío.



Las preguntas con las que he empezado esta entrada, son justo las que yo me hice cuando Babelio me envió esta nova gracia a su promoción de Masa Crítica. Pensaba que me iba a encontrar con una novela que tuviese sus buenas 400 páginas pero ¿152? Pocas veía yo para lo que la sinopsis intuía: "Se va a quedar corta", "Va a ser todo muy precipitado y estará mal escrita"...



¡No se puede juzgar una novela tan a la ligera! porque esta novela, breve como es, ha superado con creces tanto en ambientación, profundidad de los personajes como en análisis de la situación a novelas mucho más extensas. Es breve, concisa y precisa.







Y bien escrita, muy bien escrita. Sabéis que no me gusta cuando un escritor empieza a dar vuelta y más vueltas al mismo tema o utiliza palabras muy rimbombantes. No es el caso de El Jardín de los Sospechosos. Es un lenguaje llano y fluido. de fácil lectura. Además, Marina Sanmartín, con un par de pinceladas consigue describirnos a la perfección los escenarios y meternos en las situaciones, nos presenta a los personajes en pocas palabras pero lo hace de tal forma que resalta justo aquello necesario para caracterizarlo y recordarlo. de Martín, conocemos su físico (tan parecido al gran Bécquer) y sus sentimientos más profundos, sus manías, sus miedos e incluso sus secretos.



Creía que al ser una novela breve quedarían demasiados cabos sueltos, situaciones resueltas a medias o que el final se precipitaría pero no, está todo perfectamente hilado.



Eso sí, me he quedado con ganas de más. Me gustaría leer más casos de Martín, Lorenzo y Natalia. Son personajes profundo y que pueden dar para muchas aventuras ¿nos deleitará Marina Sanmartín con más aventuras de este peculiar trío?
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