Cuando la vida te alcance

Se me hace difícil escribir mis impresiones acerca de Cuando la vida te alcance. En primer lugar, no deseo desvelar ni un ápice sobre la trama; debéis acercaros a ella sin idea de lo que va a depararos: no es un thriller, ni una novela romántica es sólo... una Novela, con mayúsculas, ni más ni menos. No debo hacer hincapié en su elaborada y perfectamente construida estructura: no es un frío artefacto, es una sentida historia, palpitante y desgarrada, con un crescendo minucioso desde las simas hasta la redención.

Rosa Sanmartín nos regala un lenguaje simple, nada sentencioso, como el aliento de nuestros pulmones que en ningún momento nos aparta de la sangre y la tierra y una trama gracias a la que vamos volando como en círculos planeando alrededor de la familia protagonista, aproximándonos más y más al meollo (que diría el viejo hermoso Walt), a la duramadre de nuestras meninges, al bombeo de nuestro corazón.

Helena Sabater, una vida; un proceso de aprender, de aprender a caer y aprender a levantarse. Un trayecto hasta el centro de la ciudad, una gran mesa de madera sin pulir, un refugio entre las montañas, un necesario calor animal.

Cuando volvemos de su fuga somos más sabedores, como ella, de qué es la vida, en qué consiste su savia, y cuál es su alcance. Gracias por este viaje, Rosa.