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Me ha gustado mucho lo ágil de la lectura, las situaciones tan divertidas e incluso las no tan divertidas (soy una llorona y se me escapan las lágrimas de vez en cuando) Pero lo que más me ha gustado ha sido la crítica social que hace. Me encanta como Índigo lucha contra los estereotipos. Un homosexual boxeador! Y que encima representa una marca de ropa femenina. Ole! En la época en la que vivimos todo eso debería dar igual... Quien se acueste con quien o cómo se vista cada uno. Me llamó mucho la atención que el abusón del instituto lo fuese por tener la sexualidad reprimida. Es una crítica social tan a la orden del día que me encanta como consigue que el pesonaje acabe aceptandose a si mismo tal y como es y que empiece a tomar las riendas de su vida a su manera. En una sociedad, por muy liberal que se proclame, en la que todo el mundo es criticado por cualquier cosa, es normal que de miedo ser como uno es. Me encanta la naturalidad de Índigo en ese sentido, como acepta ser la madrina de Fiona y como vive su vida y lucha por seguir a su manera. |
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