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Ya sabéis que desde que empecé a leer a Sanderson no he parado de hacerlo, y de hablar de él. Pero es porque realmente me parece un gran escritor y esta una pedazo de trilogía que no tiene el reconocimiento que merece. Puedo comprender que quizá el número de páginas o la complejidad de la trama os eche algo para atrás, pero es que realmente todas sus novelas enganchan hasta tal punto que se leen prácticamente solas. El mundo creado por el autor es una auténtica maravilla, si bien prefería la ambientación medieval, la steampunk de esta teilogia tampoco me desagrada. Las descripciones son geniales pero lo son aún más los personajes y poder observar como ellos, y la sociedad que los envuelve, avanza. Como os comenté en la reseña de la primera parte, en esta trilogía nos encontramos ante una trama más detectivesca que épica, pero muy intrigante y adictiva aún así. Acompañaremos a nuestros peculiares y pintorescos (sobre todo Wayne) protagonistas en sus investigaciones policíacas contra el crimen. Unos crímenes que estarán vinculados a personajes ya conocidos, pues aparecen en la primera trilogía. Reencontrarme con personajes anteriores, así como sus nuevas intervenciones y rememorar sus historias me ha fascinado. Me han venido muchos recuerdos y escenas de la primera trilogía y eso no ha hecho más que aumentar mis ganas de seguir leyendo. En cuanto a los personajes, el autor sabe cómo construirlos. Cada uno tiene una personalidad muy marcada, con una evolución constante y sus propias luchas internas. Personajes reales, personajes especiales, a los que cogeremos mucho cariño. Y como siempre, hacia el final del libro Sanderson realiza uno de sus magistrales giros inesperados que nos dejarán con la boca abierta y nos creará la necesidad de seguir leyéndolo. Enlace: https://booksandcauldrons.bl.. |
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