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La primera novela de Brandon Sanderson y una de las pocas que no forma parte, de momento de una saga, ya que el final queda abierto para posibles continuaciones. Como en todas las novelas de Brandon, los finales son espectaculares y con una prosa simple construye mundos y tramas complejas en la que las sorpresas finales hacen que todo de una vuelta. Sanderson revitaliza todo el género de la fantasía para convertirlo en algo diferente. Tienes seres superpoderosos que realmente son tratados como apestados, con cuerpos superfrágiles, encerrados en una ciudad maldita de la que nadie parece poder escapar a su destino. Retuerce la idea de los dioses y la de los zombies vivientes hasta crear una nueva mitología y forma de contar fantasía. Los malvados no llegan a serlo tanto y los buenos no son perfectos y llevan a sus espaldas sus propias cargas. Un autor genial, con un libro diferente. Por supuesto, Sanderson no es para todo el mundo, pero es un gran escritor que planifica sus novelas al detalle y todo eso se nota. No habrá grandes dosis de morbo, sangre o sexo, pero habrá una gran historia contada desde la sencillez y poniendo toda la carne en el asador desde el primer minuto.
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