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Elantris es una novela de fantasía épica en la cual curiosamente no abundan las batallas de ejército contra ejército, sino las batallas que se libran en el interior de cada persona y las de tipo político . Es una novela que está también muy transitada por lo religioso, ya que los dos reinos que se enfrentan, Fjorden y Arelon, son representantes, cada uno, de una rama de la misma religión: el Shu-Keseg. Sin embargon, los fjordell practican el Shu-Dereth, una forma más basada en la guerra y la ambición, y en Arelon creen en el Shu-Korath, una forma más cercana al amor y la compasión . El punto de partida de la novela es la ciudad de Elantris, que es una ciudad maldita por una enfermedad que se desató 10 años antes de que comience la novela, convirtiendo a todos sus habitantes en una especie de zombies. Este desastre, conocido como el Reod, dejó desprotegidas a las ciudades que rodeaban a Elantris, sumergiendo a la ciudad más cercana, Kae, en un caos de tipo político y gubernamental, del cual se aprovecharon los mercaderes para establecer su propio dominio según sus propias reglas . La enfermedad que atacó a los elantrinos se llama Shaod, que quiere decir transformación, ataca periódicamente en las ciudades que están alrededor de Elantris, sobre todo a los habitantes de Arelon y Teod, ambas creyentes del Shu-Korath y de ascendencia aónica, lo que quiere decir que están emparentados con los elantrinos y su magia . Las otras ciudades, las que no son afectadas por la Shaod son las gobernadas por los fjordell, con su creencia en el Shu-Dereth y sus sacerdotes guerreros, que consideran que el hecho de que las razas aónicas sigan enfermando es demostración de que están malditas. En medio de este escenario, nos encontramos con una historia de amor trunca, con un sacerdote que se plantea una y otra vez sus creencias morales y religiosas, con reyes que no son dignos de ocupar puesto y con un joven optimista más allá de lo humanamente posible, que hace todo por su pueblo y por quienes considera bajo su protección. Se trata de historias pequeñas, historias humanas de amor, de amistad, de compañerismo, de odio y envidia, enmarcadas por la gloria perdida de una ciudad mágica . En este caso la magia, siempre presente en las novelas de Sanderson, se manifiesta por medio de los aones. Es un detalle que me gustó muchísimo, porque los aones son formas de escritura parecidos a los ideogramas chinos o kanjis japoneses y la AonDor, que es el poder que vive en este mundo, se manifiesta a través de esta forma de escritura. Así, quien “escribe” bien los aones es quien tiene mayor dominio de la AonDor. Este detalle de la escritura como conductora del poder realmente me enamoró de la novela y otros detalles más que no les puedo contar sin hacerles spoilers . Aunque al final, para mi gusto, quedaron algunos cabos sueltos, no sé si intencionales o no, es uno de los mejores finales que he leído. Te deja sin aliento, ayudado por la estructura de la novela, que al principio tiene capítulos muy largos y se van acortando a medida que se acerca el desenlace. Si bien el narrador es un narrador omnisciente, salta de una locación a otra, ya que los protagonistas no están todos en el mismo lugar, a un ritmo vertiginoso que lleva a un final explosivo del que cuesta recuperarse. de hecho, me tomo un rato que se me pasara el entusiasmo y las ganas de gritar por lo que acababa de leer, que además es inesperado y bueno, no les digo nada más . Todo lo que tiene que ver con la arquitectura y el diseño de las ciudades está también muy involucrado en la trama de la novela Y Sanderson lo demuestra con descripciones bellísimas pero que no son para nada tediosas . 🦄Sinceridad de unicornio: 💗amor eterno a Brandon Sanderson💗 . ¿La recomiendo? Por si no quedó claro, es un SI gigante 😍 |
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