Elantris

"La eternidad terminó hace diez años." Una desgraciada transformación, la Shaod, trunca al azar la vida de los habitantes de una inestable plutocracia. En dos meses plenos de peripecias el príncipe Raoden y su princesa prometida Sarene, enfrentados al torturado por las dudas sacerdote Hrathen, buscarán la salvaciónón de ese mundo convulso y desesperado.

Un largo relato de fantasía, con una magia bien elaborada y prevista de una admirable lógica interna (el AonDor), reflexiones a un nivel aceptable sobre la religión y la política y un ritmo narrativo creciente hacen de ésta una lectura muy grata, disfrutable como esas novelas de aventuras de mi siempre presente infancia.

Mi parte preferida, con mucho, es toda aquella referida a la reconstrucción, la limpieza, la redención de la Nueva Elantris por el camino de la belleza, del arte, y de la necesidad humana de no abandonarse a la desesperación y luchar por encontrar un camino propio.

"—Podemos ser fuertes ante los reyes y los sacerdotes, mi señora, pero vivir es tener preocupaciones e inseguridades. Si te las guardas te destruirán, seguro, te harán una persona tan encallecida que las emociones no echarán raíces en tu corazón."

"Era como un pequeño roedor, acurrucado en un rincón de su alma, asustado por la ira, la furia y la desesperación. Sin embargo, cada vez que intentaba asirla, la esperanza resbalaba a otra parte de su corazón."

"—Todavía tenéis un sueño, mi señor. Eso no es no tener nada."

"—Sule, estás muerto. ¿Kolo?"