En este final de trilogía encontramos una historia que roba el aliento. No entraré en muchos detalles de la trama para no hacer spoilers de los otros dos libros, pero nos encontramos en un ambiente opresivo, irrespirable, que nos prepara para un final que no depara nada bueno. Puedes sentir la tensión durante toda la lectura. Los protagonistas van a contrarreloj y el autor te hace sentirlo en todo momento. No ha habido momento en el que no haya sufrido o haya temido por los personajes. Algo que me ha gustado muchísimo ha sido el protagonismo que cobran algunos personajes que antes eran prácticamente invisibles; cómo cobran una importancia que no tenían en los otros libros. Uno de ellos pasó de resultarme indiferente a convertirse en uno de mis favoritos. Pero esto no es lo mejor del libro, lo mejor es que hace que te quedes con la boca abierta. de repente te das cuenta de que sabías el final de la historia y no te habías dado cuenta. En los libros anteriores el autor te da las claves para qué descubras qué ocurre al final y no te das cuenta de ello hasta que terminas este. No dejará de impresionarme el mundo que crea Sanderson; crees que no puede ser más complejo y, de repente, te sorprende. En general, se trata de un final de trilogía maravilloso. Es una historia frenética, que te deja con la boca abierta. Además, no imagino un final más perfecto, incluso se me escapó alguna que otra lagrimilla. |