La peregrina

Relato sobre el primer Camino de Santiago, demasiado largo, descriptivo y adornado con anécdotas de la protagonista que nada tienen que ver con la trama.

Este es el típico libro de más de 500 páginas que podía haberse escrito en 200. Isabel San Sebastián tiene una pluma descriptiva más que narrativa que se hace tediosa y lenta. No crea emoción ni intriga. No te conduce a querer seguir leyendo y avanzando en la historia sino todo lo contrario.

Los personajes, especialmente la protagonista, no son creíbles. Una mujer así en aquella época, su forma de idolatrar al Rey... además la autora no mantiene una personalidad firme de ella. Sus ideas se contradicen a lo largo del libro. La verdad es que no hay por donde cogerlo. Para mi se acabó conviertiendo en un absurdo. Me cuesta creer incluso que este libro hubiera sido publicado de no ser quien es la autora.

El tema del Camino de Santiago me interesa realmente. Es una lástima que este libro me haya resultado tan decepcionante.

Llega hasta la corte astur del Rey Alfonso II, en lo que hoy conocemos como Oviedo, el emisario, llamado Nunilo, del obispo Teodomiro de Iria Flavia, informando del hallazgo, por parte de Pelayo, un anacoreta que vivía en el bosque de Libredón, de un sepulcro, tratándose del Arca Marmórica donde reposaban las reliquias de Santiago el Mayor, evangelizador de Hispania y de sus discípulos, Anastasio y Teodoro.
Ante la insistencia del emisario, de dar voz al Obispo y la urgencia de éste, insta al Rey Alfonso II a que acuda de inmediato a Iria Flavia para que el Rey certifique que los restos sagrados hallados son realmente los restos del Apóstol o es un fraude.
Se inicia así la primera peregrinación y es la protagonista de la novela, Alana de Coaña, dama en la corte del Rey Alfonso II quien acompañará en la comitiva al Rey porque necesita ver con urgencia a su hijo Rodrigo que ella siente que se encuentra en peligro a cambio de relatar el itinerario del camino pues ella aún conserva cierto poder en la corte, y es así como conocemos esta peregrinación y todo lo que supone.
Narrado de forma extraordinaria, con un lenguaje arcaico, que le suma dificultad a la lectura y dota a la obra de un añadido trabajo, la autora a través de los ojos de Alana nos adentra en la Historia de España en el S. IX la resistencia a la que hace frente Asturias de la invasión musulmana, así como de las penurias del camino, la falta de comida y de agua, las ampollas y su curación, las traiciones, el amor, el encuentro con un ermitaño, o como el Rey tiene que impartir justicia en un momento dado, cada etapa del camino un reto y unas dificultades con las que no cuentan.
Bien sabe el que ha hecho el Camino que da para pensar mucho y es en estos pensamientos como Alana nos relata cómo ha llevando en sus venas sangre astur y goda, como fueron perdiendo poder las mujeres (con frases magistrales y una protagonista femenina muy fuerte que en aquella época era capaz de defenderse por sí misma y además algo fuera de lo común, sabía leer y escribir, además de ser muy curiosa intelectualmente), y sus suposiciones de por qué el Rey Alfonso II rechazó casarse, tener descendencia y por tanto iniciar otro gran problema en un reino sin heredero.
Ha sido una lectura maravillosa, por el extraordinario trabajo de documentación, ambientación que refleja perfectamente el Norte de España en cada una de sus etapas en el Camino, personajes tan dispares como era la comitiva que acompañará al Rey y Alana, el marcada carácter de Alana un personaje femenino con una gran personalidad y una apasionante vida relatada en anteriores novelas de la escritora y por su escritura... recomiendo su lectura.
Buen camino peregrino.

Esperaba más de esta historia.

La novela está muy bien documentada, narrada en primera persona a modo de diario. Lo que más me ha llamado la atención es el lenguaje usado, es decir, cuando lees el texto, te parece estar hablando con alguien de la época.
Para mi gusto es la parte más destacable de la historia.
Su escritora Isabel San Sebastián recupera a la protagonista de “La Visigoda” Creo que ese puede ser un motivo de que no me metiese bien en la historia, ya que no he leído “La Visigoda” y quizás por eso no he disfrutado tanto como pensaba del libro.
Su protagonista recupera y hace alusión una y otra vez a los recuerdos de su pasado diez años después. Como por ejemplo sus padres, su marido y su pasado por Corduba que seguro para los que se leyeron el libro le resultara muy atractivo los recuerdos de Alana, pero para los que como yo no la conocíamos, les resultara como a mí un poco tediosos.
Alana nos ira relatando el viaje que realizó el rey Alfonso II el Casto a fin de aclarar y dar su veredicto sobre las reliquias aparecidas, quien en la Asturias de principios del siglo IX emprende una ruta hacia Galicia como parte del cortejo, a través de una revelación milagrosa, en Iria Flavia.
Y así poder confirmar en primera persona si corresponden a Santiago el Mayor, unos de los apóstoles de Jesucristo y evangelizador de España. de ser cierto supondría la salvación del Reino.
Sin el rey saberlo, están recorriendo el primer Camino de Santiago.
Dicen que un camino de estrellas muestra allí el lugar en el que se encuentra el sepulcro de Santiago.
Junto a ese viaje espiritual, Alana emprenderá otro más terrenal. Su objetivo no es tanto buscar los restos de un santo, sino encontrar a su hijo Rodrigo, a quien perdió la pista hace años y de quien dicen ingresó en un monasterio cerca del lugar donde supuestamente se encuentran las reliquias.
El libro es el relato diario que Alana hace, casi siempre por las noches, de las vicisitudes del camino. Trece jornadas en las que tal vez se eche en falta algo más de aventuras. Sobre todo al principio, donde los obstáculos del camino parecen poca cosa.
Hay una reflexión de las mujeres en aquella época y sobre la idea de peregrinación y del camino.
El camino está compuesto de esfuerzo, ilusión, recompensa, decepción, dolor, peligro, amor y pérdida.
Un camino que, en el fondo, todos recorremos en soledad, pese a buscar desesperadamente alguien con quien compartirlo.
Nos muestra los primeros viajes de esos primeros peregrinos que hicieron el camino como símbolo de un sendero de fe, vida, esperanza y sobre todo deseo de llegar a una meta, que no siempre son capaces de alcanzar.
En definitiva una novela histórica, con un lenguaje que nos acerca a la época.
Este viaje, es una recopilación de los sucesos que van aconteciendo en su transcurso, siempre desde la narración de Alana. Sus puntos de vista y sus sentimientos que ocuparan gran número de sus frases. Va narrando la historia de la creación de un camino. Las dudas entre los miembros de la comitiva, los presentimientos inquietantes, que se cumplen en el momento menos inesperado.
Quizás lo que más me faltó ha sido ritmo y más acción.
Puede llegar a cansar tanto análisis de situaciones y acciones.
Pero he de reconocer que para un lector apasionado de la novela histórica, le llevará a trasportarse a la época de creación de uno de los caminos peregrinos más famosos de todos los tiempos. Merece la pena leerlo solo por analizar esto último.

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Me ha decepciona un poco, el libro pinta muy bien pero a medida que vas avanzando en la lectura llega a hacerse pesado de leer, en algunos fragmentos el lenguaje que utiliza hace aún más dificultosa la lectura. Aún así, tiene algo que me ha hecho leerlo hasta el final ya que la historia en sí es interesante y didáctica.

En esta tercera parte, Alana nos relata la historia de la primera creación del camino, emprendida por el rey Alfonso II el Casto y miembros de su Corte, que, se van intercalando junto con las diversas vivencias personales de la protagonista.
Para que aquellos que no tengan costumbre leer novela histórica, puede parecer una novela densa y lenta, puesto que es una obra descriptiva muy extensa y donde pesa una gran documentación histórica sobre el camino primitivo de Santiago.
En resumen, recomiendo el libro a los lectores de la novela histórica y los apasionados en relación al Camino de Santiago.
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He encontrado en “La Peregrina” una novela histórica como hace tiempo no leía, un relato con el que he descubierto hechos reales sin adornos ni fantasías, donde he aprendido, página a página, sobre las costumbres, historia, gastronomía… de una época que me apasiona.

Hasta la España NO conquistada por el pueblo musulmán, en el recóndito reino Astur, donde el cristianismo se hace fuerte y resiste el asedio sarraceno, en los dominios del rey Alfonso II, llega un mensajero dando la noticia de que, en Iría Flavia, ha aparecido la tumba del que parece ser el apóstol Santiago.

Enseguida se pondrán en camino: el rey Alfonso; Danila un monje escriba sabio y pedante; el conde Américo y su hija Freyra; el abad Odario y su ayudante el fraile Sisberto, llegado de Toledo al que no agrada mucho la idea de este viaje; dos cautivos moros Muhammad y Tarik; Nuño “el vascón”; Agila capitán de la guardia; un cocinero; una mujer de servicio; seis siervos; diez soldados y ALANA mujer que nos ira relatando el viaje.

Cada uno con una misión personal y una historia, se dispone a ejecutar la primera peregrinación a Compostela. Irán desde Ovetao a Iría Flavia pasando por la villa de Cornelio, el monasterio de Obona, las antiguas minas de oro romanas, Lucus, el monasterio de Samanos y el bosque de Libedón.
Cada etapa será un camino, una lucha, un peligro, una ilusión, un mar de dudas. Los relatos del viaje se intercalan con las vivencias personales de Alana, sus sentimientos, sus pasiones, sus miedos, sus tristezas y alegrías, una vida llena de vicisitudes.

Quien no conozca los parajes de esta zona del norte de España, los podrá visualizar por la profusión de detalles con que son descritos. Seremos capaces de ver los bosques, los despeñaderos, oiremos el discurrir de las aguas y el susurro del viento, oleremos el musgo y la tierra mojada, descubriremos todos los colores en este texto que es una excelente pintura del paisaje.

El camino recorrido es parte del camino francés declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.

Alana es la protagonista de otra novela de Isabel San Sebastián “La Visigoda”, que leeré en breve, pues quiero descubrir la historia de esta fascinante mujer, a la que he conocido en esta novela muy anciana.

También la lectura me ha llevado a querer leer otra novela: ”El viaje de Egeria”, que relata la peregrinación a Tierra Santa de Egeria, una mujer gallega del siglo IV que atravesó tierras bíblicas y Egipto para llegar a Jerusalén.
Enlace: https://miesquinitadelectura..

Narración del Camino de Santiago en los primeros años, entretenido pero me ha costado mucho leerle.

Una buena lectura donde te acerca a vivir las etapas del camino de santiago.

Bueno, debo decir que he tardado la friolera de un año y medio en leerlo. El problema ha estado en que quise leerlo en conjunto con otro libro más y ahí estuvo mi error. Es el tipo de libro que necesita dedicación absoluta.
Nos encontramos con Alana de Coaña que nos narrará la aventura. A la corte de Alfonso II el Casto, rey de asturias, acude un mensajero anunciando el descubrimiento de los restos del apóstol Santiago en la conocida entonces como Iria Flavia. Inmediatamente una comitiva se pone en marcha para cotejar esos restos, y es así como surge el primitivo Camino de Santiago.
Alana aprovecha para acompañando a su rey, acudir en busca de su hijo Rodrigo, pues sospecha que algo no marcha bien. Alana es un personaje encantador, prudente pero impulsiva.
Tenemos una edición muy cuidada, con detalles hermosos. Utiliza un lenguaje rico y bello, bonita prosa plagada de descripciones de paisajes, alimentos suculentos (he sentido gula XD)
Si tengo que decir que el final después de tanta prosa y detenimiento me parece precipitado, es una obra lenta y justo cuando llega el final tiene prisa.
Por lo demás como decía, es para dedicarle tiempo y deleitarse con él.

A través del diario de Alana, nuestra protagonista, recorreremos la primera peregrinación jacobea, que da lugar al actual Camino de Santiago.

Alfonso II, recibe noticias de que han aparecido restos del apóstol Santiago, una reliquia que quiere descubrir y por lo que se inicia la peregrinación.

Alana, sirvienta del rey, se une al viaje con el aliciente de encontrarse con su hijo Rodrigo. A lo largo de las páginas nos va contando en primera persona todo lo que va sucediendo en el viaje; el hambre, el destino incierto, el cansancio, ampollas... y también nos da a conocer las historias de otros muchos personajes que van en la comitiva: soldados, monjes, nobles...

Me ha gustado mucho las descripciones de la autora, se nota muchísima la labor de investigacion y la aportación de hechos históricos. El lenguaje a veces se me hizo pesado, pero se nota que la autora utiliza el perteneciente a la época (sigo IX). Quizás me ha faltado un poco más de sentimientos, pero entiendo que se ha centrado más en escribir una novela histórica.

Un punto positivo de la novela es que incluye un mapa y una guía del Camino para que el lector pueda seguirlo.

Recomendable si te interesa el Camino de Santiago, seas o no creyente, y quieres conocer su origen y muchos datos históricos relacionados.