En el nombre de Padre

Gracias a Babelio, Masa Crítica y a la editorial Las Hespérides he tenido la suerte de conocer la novela En el nombre de Padre de Luis Salvado. Ha sido una lectura que en circunstancias normales no me habría durado tanto, pero con las fiestas no he podido leer como me hubiera gustado. Y esta es una novela para leer de un tirón, una magnífica historia que te hará pensar y que no te dejará indiferente. Es otra manera de afrontar la guerra civil española y es que En el nombre de Padre es una novela que trata sobre la guerra, pero no solo sobre la guerra civil como podría parecer, trata de la lucha interna de los hombres que se encontraron en ese momento al inicio de la guerra en el lugar equivocado y a la vez, el más peligroso en el que podían estar. Se verán obligados a tomar una decisión tan importante como es escoger el bando en el que luchar, sabiendo que eso les puede llevar a una muerte segura: intentar sobrevivir o dejarse llevar por sus ideales y probablemente morir. Perdedores desde el principio, sin posibilidad de vencer. Pero a la vez León, el protagonista que nos cuenta su historia, debe luchar además contra el recuerdo de Padre, un padre presente en todo momento, que dominó su vida, que le impuso sus ideales, y que tanto influyo y condicionó su vida. La historia que nos la cuenta León y como ya he dicho, gira en torno a Padre, y a su relación con él. de alguna manera Padre es el otro protagonista de la historia (junto con el desierto), ya que estará siempre presente durante toda la novela.
Según he leído en una entrevista, la novela está basada en algunos recuerdos que su padre le contaba, cosas de la guerra civil, de su estancia en el desierto, del ambiente que había al comienzo de la guerra en el ejército, de como en esos momentos se vieron obligados a elegir el bando en el que luchar. Su padre también le habló de los ajustes de cuentas, de los pelotones de fusilamiento e incluso de cómo vio aterrizar al Dragon Rapide, el avión en el que Franco viajó de las islas Canarias a Tetuán. Pero no se trata de la historia de su padre, ni de su familia, simplemente ha utilizado esos recuerdos para componer esta historia utilizando el viejo álbum de fotos de su padre con esos aviones, militares, desierto, camellos, y jaimas. Y lo ha convertido en el álbum de fotos de Emilio, el padre de León, al que él llama Padre.



"El hombre es un ser libre por Naturaleza y cualquier imposición, por sensata que pueda parecer, no pasa de ser la consecuencia de una mala interpretación del orden social", había escrito Padre en una página en blanco entre la portada y la primera lámina de su álbum."


En el nombre de Padre cuenta con un principio fuerte y duro, que atrapa al lector desde la primera página y nos mete de lleno en la trama. Poco a poco iremos comprendiendo y entendiendo mejor a los personajes a medida que avanza la lectura. Y aunque se puede intuir en parte el trágico final, resulta impactante.



La primera vez que fusilé a un hombre olvidé lavarme los dientes. Me sentía incómodo, sucio, me costó tanto concentrarme que a punto estuve de errar el tiro. Cuando se lo dije a mi amigo Sebastián, me acusó de insensible, de inmoral y de tener el alma de hielo...

Le dije aunque no me lo preguntó, que mi dedo, el arma y la bala eran herramientas de las que un juez se servía para impartir justicia, y que no eran más responsables de la muerte de un hombre que las palabras con las que una ley dicta sentencia.

Ahora, si tuviera la oportunidad de volver a hablar con Sebastián, le pediría que me perdonase y, al mismo tiempo, le pediría comprensión, porque los cuentos con los que mi padre me dormía encerraban siempre una moraleja terrible y porque cargó a su hijo con sus propias ambiciones. le pediría también que no buscase culpa, porque no era culpa lo que sentía. Lo que sentía era vergüenza.



León nos va contando poco a poco como fue su infancia y adolescencia en Tánger, nos hablará de Padre, de Madre, de sus hermanos, y de como su padre los abandonó. Nos irá relatando la relación que mantiene con su padre, su aleccionamiento, como le irá inculcando sus ideas libertarias y anarquistas, y también como le enseñó a disparar.
A la vez que nos cuenta la relación con su padre iremos conociendo como es su ingreso en el ejército y su llegada al peor destino que podía tener en un momento tan crítico como es el inicio del levantamiento y el comienzo de la guerra civil: La Compañía Disciplinaria (unidad de fusiladores) de Cabo Juby en el Sahara Español.



La pena de muerte ha sido restituida, en octubre, por lo de las revueltas en las minas. ¿Sabes lo que eso significa? Es allí, lejos de la Península, donde se consumen las ejecuciones sumarias. La Compañía Disciplinaria es una unidad de fusiladores.


Comenzó explicando que una ejecución era un acto derivado del poder del Estado y que nosotros, como representantes últimos de ese poder, teníamos la responsabilidad ineludible de llevarla a cabo.


Era paradójica, esta circunstancia, que nos procuraba el alto honor de consumar una sentencia y al mismo tiempo nos despojaba de su responsabilidad.


Muchos jóvenes del Protectorado Español se alistaron en el ejército después de la Guerra del Rif en agradecimiento a los militares que los defendieron. Pero a León lo que le empuja a hacerlo son los relatos de su padre, sus ideales, la figura del héroe, del valor, el coraje, y su imagen de aventura del desierto, idealizada gracias a escritores como Antoine de Saint-Exupéry o T. E. Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia.

Enseguida hará amistad con el cabo Sebastián, católico y con ideas contrarias a las suyas, pero con el que crea un fuerte lazo de amistad. Ambos se ganan desde el primer momento la enemistad (y el odio) del alférez Porfirio "el Chato", viejo conocido de Emilio. Los personajes están bien definidos, algunos muy duros e insensibles al dolor ajeno, curtidos en mil batallas como es el caso de Padre o el Chato, y otros inocentes, idealistas y leales como Sebastián. Leyendo esta historia podemos sentir el silencio y la soledad del desierto, el calor, la arena y el mar; sentiremos la ausencia, la huida, el destierro, el amor y el desamor, conoceremos la amistad, la lealtad y el honor, pero también el dolor, la cobardía, la traición a los ideales y la venganza.



"La indiferencia ante el dolor pone en tu mano el arma del verdugo".

El autor retrata y recrea a la perfección la atmósfera que se pudo vivir en los cuarteles de la zona del protectorado cuando se sublevaron las tropas contra el legítimo gobierno republicano, un levantamiento que allí fue fundamental para el comienzo de la guerra.

En el nombre de Padre es una estupenda novela que da otra visión no solo de la guerra civil, también de las luchas internas y personales de jóvenes perdedores que se vieron obligados a luchar en el bando equivocado.




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En la casa de Luis Salvago había un objeto muy especial: un viejo álbum atado con una cuerda y en cuya portada se podía leer “Cabo Juby, 1934”. En su interior, fotografías de aviones de la República, de saharauis, del padre del escritor jugando al fútbol en la playa o subido al motor de algún avión.
Sin embargo, al padre de Luis Salvago no le gustaba mucho hablar sobre la Guerra Civil. Así que solo le contó tres cosas: una, que la contienda le pilló en el desierto; dos: que su padre (el abuelo del novelista) y él habían luchado en bandos diferentes; y 3: que vio el Dragon Rapide y que todos se preguntaron qué haría aparcado en un lugar tan remoto.
Cuando el padre del novelista falleció, a los 98 años, el escritor volvió a abrir el álbum. Y, de repente, se dio cuenta de que aquellas personas estaban lejos de la metrópoli, así que las noticias llegaban tarde, censuradas y pasadas por el filtro de los informadores.
Y entonces se empezó a hacer preguntas: ¿Cómo se viviría el inicio de la Guerra Civil tan lejos de los centros de poder, aislados en sus cuarteles y pequeños destacamentos? ¿Podrían elegir el bando en el que luchar? ¿Cómo acabarían en uno u en otro?
Y para resolverse las dudas anteriores surgió En el nombre de padre, una novela que atrapa la atención del lector desde la primera página y es capaz de mantener el interés, el ritmo narrativo y la tensión a lo largo de sus 332 páginas.
El relato, narrado desde el punto de vista del protagonista, narra la vida de León, el hijo de un militar republicano que dedicó su vida a orientar la vida de su hijo hacia la carrera militar, con la esperanza de que, como él, fuera útil a los fines de la República. Sin embargo, igual que como les sucedió a muchos hombres reales de aquella época, no fue él el que acabó tomando la decisión y acabó militando en el bando equivocado. Y en torno a este eje central, aparecerán personajes que le harán reflexionar sobre los actos que se sentirá obligado a realizar y sobre si cupiera otra posición ante ellos y que llevará a una gran evolución interna del protagonista.
En el nombre de Padre fue la ganadora de Premio de Novela Vargas Llosa 2019, un premio bien merecido por lo interesante del tema, la atención y la tensión que consigue mantener a lo largo de todo el texto, por momentos especialmente estremecedoras.

En primer lugar agradecer a Babelio, Masa Crítica y a La Huerta Grande Editorial por el envío del ejemplar. Tengo que destacar que la edicióm de la novela es muy cómoda para su lectura; con unos materiales agradables al tacto y de gran calidad, que ayudan a que la experiencia lectora sea muy buena.


Como en una pintura impresionista, donde el pintor nos muestra, a través de trazos difusos y sinuosos, la realidad desde su punto de vista pero dejando al espectador el completar su obra con las "impresiones" que le produce, Luis Salvago nos relata una historia bastante intimista ambientada durante la Guerra Civil Española, en la que nos da pinceladas de los hechos que acaecieron y de los sentimientos que éstos provocaron en los personajes que la conforman y deja al lector con algunas incertidumbres a las que deberá dar respuesta.


León Sartori, protagonista de esta novela histórica, nos relata cómo fue la relación con su padre, un hombre entregado a la revolución y lleno de enigmas; con su madre, una mujer distante y sufridora; con sus amigos Efrén y Sebastián; su relación con la bella y misteriosa Natalie; y sus vivencias en el ejército dentro de la Compañía disciplinaria destinada en el Cabo Juby (localizado en el noroeste de la costa atlántica de África, al sur de Marruecos, cerca de la frontera con el Sáhara Occidental, justo frente a las islas Canarias) durante la Guerra.

Esta novela nos cuenta una historia más que de hechos, de incertidumbres y sentimientos, en las que podemos distinguir dos partes. La primera, y que abarca prácticamente la mitad del libro, durante la adolescencia de León en Tánger, tiempo en el que su padre se dedicó a "instruirlo" para "hacer algo grande", pero de una manera errática y misteriosa, donde la línea temporal es bastante difusa, con contínuos saltos en el tiempo sin previo aviso para el lector, que lo descolocan un poco y contribuyen aún más a la sensación impresionista del relato.Y la segunda, en la que León se encuentra en su destino en el ejército, con una narración algo más precisa y lineal, con más acción y mayor dinamismo, que atrapa al lector y lo encara ante la situación extrema a la que se enfrentaron las personas, de uno y otro bando y de cualquier condición, en mayor o menor medida, en el estallido de la Guerra y en su posterior desarrollo.

Porque en éste libro la Guerra Civil Española está, como telón de fondo, en el último tercio de la historia, pero su alarga sombra planea sobre la misma desde el principio, lo que influye en la vida de todos los personajes, pero no sirve de excusa para separar a los mismos entre buenos y malos, porque a diferencia de otras novelas ambientadas en ésta época, el autor no juzga a sus personajes, sólo los muestra cómo víctimas de una situación que escapa a su voluntad.


Además, la novela, sin necesidad de grandes descripciones, te transporta a los lugares en los que se desarrolla la historia, y con las distintas referencias sobre arte, literatura, lugares..., que el autor va dejando a lo largo de la misma, enriquecen bastante la experiencia lectora.


Con un final bastante duro y sorprendente, este libro es una maravillosa novela sobre la Guerra Civil Española, ante el que no debemos presentarnos con los prejuicios acumulados sobre tantas historias manidas que han plagado la conciencia colectiva en los últimos años. Ahora bien, no considero que esta novela sea del gusto de cualquier lector, ya que éste debe ser amante de las historias íntimas y atmosféricas, que no necesite de elementos de acción para disfrutar de una lectura.


Sí eres, lector, como yo amante de los libros que nos muestran los sentimientos y reflexiones de sus personajes y que dejan a nuestro arbitrio elucubrar la resolución de algunas de sus tramas es una lectura con la que disfrutarás.
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En el nombre de Padre, una novela de Luis Salvago, con la que ganó el premio Vargas Llosa 2019.
La historia de León, un muchacho que vive la infancia y adolescencia en Tánger durante el protectorado español y que se alista y es destinado al Sáhara en el momento previo al estallido de la guerra civil. Un muchacho que vive en una familia marcada y determinada por el Padre, incluso cuando ya no está. Una madre fuerte, aunque a veces parezca ausente, o más bien en huída, una mujer que ante la negrura del tiempo que vive corta un vestido de Chanel y lo hace delantal, casi en protesta, en rebeldía. Un Tánger de convivencia: musulmana, judía, cristiana y atea. Un burbujeante ambiente de la eterna España: monárquicos, republicanos, anarquistas, católicos, anticatólicos, comunistas…Luis los trae a todos, sin juicio, todos llegan y todos son lo que son por dónde nacieron, quien los crió, qué sufrieron.
Luis Salvago es suboficial del Ejército del Aire, algo de esto ha hecho que los prejuicios o la imaginación vinculen su libro al tema bélico y a determinadas tendencias, pero éste no es un libro de guerra, ni de ejército, ni de política…es un libro humano, es un libro del alma, del crecimiento a la sombra de y más allá de. Es un libro cuyas referencias literarias harán gozar a los amantes de Saint Exupery o Melville y su ballena blanca…ay qué bonito cuando Demetrio le dice a su superior “Preferiría no hacerlo”.

Como dijo Julio Espinosa Guerra , “Ha nacido un novelista de culto”

Al principio puede dar pereza afrontar la lectura de una novela que tiene como temática la manida historia de la Guerra Civil. Pensamos que lo hemos leído todo y desde todos los aspectos. Ese es uno de los grandes aciertos de esta magnífica novela. El ángulo de la perspectiva del autor es completamente original, hasta el punto que podemos decir que no es una novela sobre la contienda, o no solo sobre ella.
Con un exquisito lenguaje, Luis Salvago nos propone un viaje psicológico y emocional que nos llevará, no a entender la razones de la guerra, pero sí las posturas individuales de sus personajes.
Es una alegría reconciliarse con los premios literarios. En este caso, esta novela esta a la altura del premio concedido: Premio Vargas Llosa 2019.
Seguro que seguiremos oyendo hablar de este autor.